La salsa de ajo es una de esas preparaciones que, con su sencillez, logra transformar cualquier platillo en una experiencia culinaria única. Este condimento versátil se ha ganado un lugar en las cocinas de todo el mundo gracias a su capacidad de realzar los sabores y añadir un toque de frescura y complejidad. Ideal para acompañar carnes, pescados, verduras e incluso para untar en panes, la salsa de ajo es un verdadero comodín en la gastronomía. Aunque existen muchas variaciones, hoy te presento una versión que destaca por su equilibrio entre el ajo, el limón y el perejil, perfecta para aquellos que buscan un sabor intenso y refrescante.

Ingredientes

• 2 Huevos pasteurizados
• 6 dientes de Ajo
• 1 cdita. de Sal (ajusta al gusto)
• 1/2 cdita. de Pimienta negra
• 200 ml. de Aceite (oliva o de girasol)
• El jugo de 1 Limón
• Un puñado de perejil fresco

Preparación

1. Preparativos iniciales: Para esta receta, necesitarás una licuadora o una batidora de mano. Debido a la textura que buscamos y los ingredientes que utilizaremos, no es recomendable intentar hacerla a mano, ya que no lograrías emulsionar el aceite adecuadamente.
2. Primeros pasos: Coloca los huevos en la licuadora junto con la sal, la pimienta, los ajos y 100 ml de aceite. Comienza a licuar a velocidad media hasta que los ingredientes se integren.
3. Emulsión perfecta: A medida que la mezcla se transforma en una mayonesa semilíquida, incorpora el jugo de limón y el resto del aceite de manera intercalada. Este paso es crucial para lograr la textura ideal de la salsa.
4. Ajustes finales: Detén la licuadora, prueba la salsa y ajusta la sal si es necesario. Este es el momento de afinar el sabor para que quede a tu gusto.
5. Toque fresco: Vierte la salsa en un bol y agrega el perejil fresco picado finamente. Este ingrediente aportará un toque de color y frescura que complementa perfectamente el sabor del ajo.

Dica Bonus:

Para darle un giro interesante a esta salsa, puedes añadir un toque de mostaza o unas gotas de salsa picante, dependiendo de tus preferencias. Esto no solo intensificará el sabor, sino que también añadirá un nuevo matiz que sorprenderá a tus comensales.

Conclusión:

La salsa de ajo es un acompañamiento que nunca falla. Su versatilidad la convierte en una opción ideal para realzar cualquier plato, desde una simple ensalada hasta un suculento asado. Además, es una receta que se presta para la experimentación, permitiéndote adaptar los ingredientes según tus gustos y necesidades. Prepara esta salsa y sorprende a todos con un toque de frescura y sabor que elevará cualquier comida a un nivel superior. ¡Buen provecho!