¿Imaginas un bizcocho tan esponjoso y ligero que se derrite en tu boca? El bizcocho de maicena cumple esa promesa con creces. Esta receta es ideal para cualquier ocasión: desde una merienda acompañada de té o café hasta como base para tartas en celebraciones especiales. Gracias a la maicena, conseguirás una textura aireada y suave, perfecta para deleitar a todos. ¿Lo mejor? ¡Es fácil de preparar, incluso para principiantes!
Preparación previa:
Precalienta el horno a 180°C. Engrasa el molde con mantequilla o aceite y espolvorea con harina. Si prefieres, utiliza papel vegetal para un desmolde perfecto.
Bate los huevos y el azúcar:
En un bol grande, bate los huevos con el azúcar durante 5-7 minutos hasta obtener una mezcla espumosa y de color pálido. Este paso es clave para lograr un bizcocho aireado.
Agrega los ingredientes líquidos:
Incorpora la leche, el aceite (o mantequilla derretida) y la esencia de vainilla o ralladura de limón. Mezcla suavemente para no perder el aire incorporado previamente.
Integra los ingredientes secos:
Tamiza la maicena, la harina y el polvo de hornear sobre la mezcla líquida. Agrega en tandas y mezcla con movimientos envolventes para conservar la esponjosidad.
Hornea:
Vierte la mezcla en el molde preparado y alisa la superficie. Hornea durante 30-35 minutos. Para comprobar la cocción, inserta un palillo en el centro; si sale limpio, está listo.
Enfriado y desmolde:
Deja enfriar el bizcocho en el molde por 10 minutos. Luego, desmóldalo con cuidado y colócalo sobre una rejilla para que se enfríe completamente.
No sobremezcles: Al añadir los ingredientes secos, mezcla solo lo necesario para incorporar. Así evitarás un bizcocho denso.
Usa ingredientes a temperatura ambiente: Esto favorece una mejor emulsión y esponjosidad.
Personaliza el sabor: Añade ralladura de naranja, canela o trocitos de chocolate para variar la receta.
¿Quieres un toque crujiente?: Espolvorea almendras laminadas en la superficie antes de hornear.
A temperatura ambiente: Guarda en un recipiente hermético hasta por 3 días.
En la nevera: Se conserva bien por 5 días. Saca con anticipación antes de servir para recuperar su textura.
Congelación: Envuelve en film transparente y congela por hasta 2 meses. Descongela a temperatura ambiente.
Sirve con frutas frescas y un poco de crema batida.
Espolvorea azúcar glas para un toque elegante.
Acompaña con tu café o té favorito.
¡Anímate a preparar este bizcocho de maicena y sorprende a todos con su textura suave y sabor delicioso! Si te gusta experimentar, añade tus ingredientes favoritos y cuéntanos cómo te ha quedado.