El Bizcocho Casero es un clásico de la repostería que nunca pasa de moda. Fácil de preparar, con ingredientes sencillos y un resultado delicioso, es perfecto para acompañar un café o como postre. Este bizcocho destaca por su textura esponjosa y su sabor suave. Sigue los pasos y consigue un bizcocho perfecto cada vez.
Prepara el molde:
Engrasa un molde para bizcochos con mantequilla, cubriendo bien el fondo y los laterales. Esto facilitará desmoldar el bizcocho al finalizar.
Precalienta el horno:
Enciende el horno y ajusta la temperatura a 180ºC. Deja que se caliente durante al menos 10 minutos.
Mezcla los ingredientes:
En un bol grande, combina el yogur, los huevos ya batidos, el aceite, el azúcar y la harina. Bate todo con una batidora eléctrica o unas varillas hasta obtener una mezcla homogénea y sin grumos. Si deseas un toque especial, añade ralladura de limón o naranja.
Incorpora la levadura:
Cuando el horno ya esté caliente, añade el sobre de levadura a la mezcla y bátelo nuevamente, pero solo lo suficiente para integrarlo.
Hornea el bizcocho:
Vierte la mezcla en el molde previamente engrasado. Coloca el molde en la rejilla central del horno y hornea durante 35 minutos. Para comprobar si está listo, introduce un palillo en el centro; si sale limpio, el bizcocho está perfectamente cocido.
Deja enfriar:
Saca el bizcocho del horno y déjalo enfriar en el molde durante unos minutos antes de desmoldarlo sobre una rejilla. Deja que termine de enfriarse completamente antes de servir.
Para un bizcocho más jugoso, puedes sustituir uno de los vasitos de harina por almendra molida.
Si prefieres un toque más dulce, espolvorea azúcar glass sobre el bizcocho antes de servir.
Este bizcocho se conserva bien en un recipiente hermético durante 3-4 días.
El Bizcocho Casero es una receta imprescindible para los amantes de la repostería tradicional. Con su sencillez y versatilidad, es perfecto para cualquier ocasión. ¡Anímate a prepararlo y disfruta de su delicioso sabor junto a tus seres queridos!