Si estás buscando una forma de transformar las pechugas de pollo simples en una comida irresistible, ¡esta receta es para ti! Con ingredientes simples como salsa de soja, miel y vegetales frescos, crearás un plato lleno de sabor, perfecto para un almuerzo o cena rápida. El pollo absorbe los condimentos de manera increíble, resultando en un plato jugoso y sabroso. Además, la textura crujiente de los vegetales como el pimiento y el brócoli, combinado con la suavidad de la cebolla caramelizada, crea una armonía de texturas que deleitará hasta los paladares más exigentes. Sigue los pasos a continuación para preparar esta receta fácil y deliciosa.
Preparación inicial: Corta las pechugas de pollo en cubos medianos, asegurándote de que sean del mismo tamaño para una cocción uniforme.
Marinar el pollo: En un bol, agrega los cubos de pollo. Vierte 1 cucharada de salsa de soja y mezcla bien para que el pollo absorba el sabor.
Agregar miel: Añade 1 cucharada de miel al pollo marinado. La miel aportará un toque dulce que equilibrará perfectamente la salsa de soja.
Sazonar: Sazona la mezcla con sal y pimienta al gusto. Añade también la maicena, lo que ayudará a dar una textura ligeramente crujiente al pollo al freírlo.
Agregar ajo: Añade los dientes de ajo picados a la marinada y mezcla bien para que el pollo quede bien sazonado.
Mezclar bien: Remueve la marinada para asegurarte de que todos los ingredientes cubran los cubos de pollo uniformemente. Deja reposar unos minutos para intensificar el sabor.
Cortar la cebolla: Toma una de las cebollas y córtala en trozos medianos. Reserva para más tarde.
Preparar el brócoli: Corta el brócoli en ramilletes. En un bol aparte, agrega el brócoli y cúbrelo con agua caliente durante unos minutos para ablandarlo.
Escurrir el brócoli: Después de unos minutos, escurre el brócoli y resérvalo para mantenerlo crujiente pero cocido.
Freír el pollo: En una sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva. Añade los cubos de pollo marinados y cocina hasta que estén ligeramente dorados por todos lados.
Saltear los vegetales: En otra sartén, calienta un poco de aceite de oliva y sofríe la cebolla picada hasta que esté dorada y translúcida.
Agregar el brócoli: Una vez cocida la cebolla, añade el brócoli escurrido a la sartén junto con la cebolla.
Agregar los pimientos: Añade los pimientos amarillo y rojo a la mezcla de cebolla y brócoli. Remueve bien para incorporar todos los vegetales.
Saltear: Continúa removiendo los vegetales durante unos minutos hasta que estén cocidos pero aún crujientes.
Sazonar los vegetales: Agrega 1 cucharada de salsa de soja a la mezcla de vegetales y remueve bien para distribuir el sabor.
Ajustar los condimentos: Sazona los vegetales con más pimienta y sal al gusto, ajustando según tu preferencia.
Unir el pollo y los vegetales: Añade el pollo dorado a la sartén con los vegetales y remueve bien para mezclar todos los ingredientes.
Engrosar la salsa: En una taza, mezcla un poco de agua con la maicena restante. Vierte esta mezcla en la sartén para crear una salsa ligera que cubrirá el pollo y los vegetales.
Toque final: Cocina unos minutos más hasta que la salsa espese y cubra todos los ingredientes. ¡Tu comida está lista para servir!
Para darle un toque extra de sabor y textura, puedes agregar anacardos o cacahuetes tostados al final. Aportarán un contraste crujiente que complementará perfectamente el equilibrio entre dulce y salado del plato.
Esta receta es perfecta para quienes buscan una comida rápida, nutritiva y llena de sabor. El pollo absorbe perfectamente la marinada de miel y salsa de soja, mientras que los vegetales aportan color y frescura al plato. Ideal para una cena entre semana, puedes prepararla en menos de 30 minutos. La salsa ligera aporta la textura ideal, haciendo que cada bocado sea jugoso y sabroso. ¡Prueba esta receta y sorprende a todos con una comida digna de restaurante!