El pollo en salsa de mantequilla y limón es una receta deliciosa y sencilla que combina la jugosidad del pollo con una salsa cremosa y cítrica. Este plato es perfecto para una cena familiar o para sorprender a tus invitados con un sabor sofisticado pero fácil de preparar. A continuación, te presento la receta detallada para que puedas disfrutar de este exquisito plato en tu hogar
Preparar el pollo: Comienza sazonando las pechugas de pollo con sal y pimienta al gusto. Luego, pasa cada pechuga por la harina, asegurándote de que estén completamente cubiertas. Sacude el exceso de harina, ya que solo necesitas una capa ligera para ayudar a dorar el pollo y espesar la salsa más adelante.
Cocinar el pollo: En una sartén grande, derrite 2 cucharadas de mantequilla junto con 2 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio-alto. El aceite de oliva ayuda a prevenir que la mantequilla se queme, permitiéndote cocinar a una temperatura más alta. Añade las pechugas de pollo y cocina hasta que estén doradas y cocidas por completo, aproximadamente 4-5 minutos por cada lado. Una vez cocidas, retira las pechugas de la sartén y resérvalas en un plato.
Preparar la salsa: En la misma sartén, añade las 2 cucharadas restantes de mantequilla y el ajo picado. Cocina hasta que el ajo esté fragante, lo que debería tomar alrededor de 1 minuto. Ten cuidado de no quemar el ajo, ya que puede amargar la salsa.
Agregar líquidos y reducir: Añade el caldo de pollo y el vino blanco (si decides usarlo) a la sartén. Deja hervir a fuego lento durante unos minutos, mientras raspas con una espátula los trozos dorados del fondo de la sartén, ya que estos aportan mucho sabor a la salsa.
Incorporar la crema y el limón: Reduce el fuego y añade la crema para batir junto con el jugo de limón. Cocina a fuego lento, revolviendo ocasionalmente, hasta que la salsa se espese ligeramente, lo que debería tomar entre 5 y 7 minutos. La crema le dará a la salsa una textura suave y rica, mientras que el limón añadirá un toque refrescante y ácido que equilibra los sabores.
Combinar y servir: Regresa las pechugas de pollo a la sartén, cubriéndolas bien con la salsa. Cocina por unos minutos adicionales para que el pollo se caliente y absorba los sabores de la salsa.
Finalizar con perejil: Justo antes de servir, espolvorea el pollo con perejil fresco picado para añadir un toque de color y frescura. Si lo deseas, decora con rodajas de limón para darle un aspecto más atractivo al plato.
Servir: Sirve el pollo a la mantequilla y limón caliente, acompañado de tus guarniciones favoritas. Este plato combina perfectamente con arroz, puré de papas o vegetales al vapor
Dica Bonus:
Para un toque extra de sabor, puedes agregar una pizca de ralladura de limón a la salsa justo antes de servir. Esto intensificará el sabor cítrico sin añadir más acidez.
Conclusión:
El pollo en salsa de mantequilla y limón es un plato que combina simplicidad y elegancia. La combinación de la jugosidad del pollo con la riqueza de la mantequilla y el frescor del limón lo convierte en una opción perfecta para cualquier comida. ¡Anímate a prepararlo y disfruta de un plato delicioso que seguramente encantará a todos en la mesa!