Descripción

Imagina un plato que no solo es un festín para tus ojos, sino también un deleite para tu paladar. Te presento esta deliciosa receta de milhojas de berenjena, tomate y mozzarella, una alternativa ligera y colorida al tradicional mil hojas de papas. Este plato es perfecto para cualquier ocasión, desde una cena informal hasta un evento especial. La combinación de la berenjena asada, el tomate jugoso y el queso mozzarella derretido crea una armonía de sabores que encantará a todos.

Además, es una opción saludable que incluye verduras frescas y queso, lo que lo convierte en una excelente opción para aquellos que buscan opciones nutritivas sin sacrificar el sabor. La preparación es sencilla y rápida, lo que permite que incluso los principiantes en la cocina puedan impresionar a sus familiares y amigos con este platillo lleno de amor y sabor.

Ingredientes

• 2 berenjenas grandes
• 2 tomates rojos y firmes medianos
• 12 lonchas de queso tierno que funda bien
• Orégano y unas hojas de albahaca fresca
• Queso rallado para gratinar
• Sal y pimienta al gusto
• Aceite de oliva virgen extra

Modo de preparación

Primero, comenzamos por lavar y cortar las berenjenas en rodajas de aproximadamente medio centímetro de grosor. Para asegurar que pierdan su amargor, colocamos las rodajas en un escurridor sobre un plato y espolvoreamos generosamente cada una con sal. Este paso es vital, ya que la sal permite que las berenjenas suelten el agua y así se elimine cualquier sabor desagradable. Deja que reposen por al menos 30 minutos.

Luego de transcurrido el tiempo, es importante enjuagar cada rodaja de berenjena para eliminar el exceso de sal y secarlas con papel absorbente. Esta acción es esencial para que las berenjenas no queden demasiado saladas al final. Reservamos las rodajas en un plato.

Mientras tanto, precalentamos el horno a una temperatura media, lo que permitirá que se calienten bien las verduras más adelante. En paralelo, limpiamos los tomates, quitándoles el cabo y cortándolos en rodajas un poco más gruesas que las berenjenas. Para preparar la bandeja para el horno, forramos una placa con papel manteca y comenzamos a colocar las rodajas de tomate y berenjena en ella. Agregamos un chorrito de aceite de oliva y espolvoreamos un poco de orégano. Llevaremos esta bandeja al horno caliente, dejándola cocinar por unos 15 minutos.

Transcurrido ese tiempo, es fundamental retirar las rodajas de la placa con cuidado para evitar que se rompan. Las colocamos en un plato y ahora ha llegado el momento de armar nuestro milhojas. Cortamos el queso mozzarella en fetas y comenzamos a construir nuestra deliciosa torre.

En una fuente, rociamos un chorrito de aceite de oliva en el fondo y comenzamos con una primera capa de rodajas de berenjena. Luego, una capa de rodajas de tomate, seguida de las fetas de mozzarella que cubran bien toda la superficie. Continuamos este proceso, alternando las capas de berenjena, tomate y mozzarella, asegurándonos de que la última capa sea de queso mozzarella y queso rallado.

Para darle un toque especial, batimos un par de huevos con un poco de leche, salpimentamos al gusto y vertemos esta mezcla sobre nuestra torre de verduras. Esto no solo imprimirá un gusto delicioso, sino que ayudará a que las capas se mantengan unidas al gratinarse en el horno.

Finalmente, llevamos nuestra obra maestra al horno a temperatura máxima. Pasados unos 15 minutos, el queso y el huevo deben estar bien gratinados. Al retirar del horno, es recomendable dejar enfriar durante unos minutos antes de servir, para que no se desmorone al cortarlo.

Consejos y Conclusión

Para maximizar el sabor y la textura de nuestro platillo, es crucial seleccionar bien los ingredientes. Al elegir berenjenas, busquen aquellas que sean medianas o más pequeñas, ya que suelen ser menos amargas y más firmes. La piel debe estar brillante y tersa. Si presionan la berenjena y sienten que está demasiado blanda, es mejor no comprarla.

Además, si bien en esta receta se utiliza mozzarella, pueden experimentar con otros quesos que fundan bien, como el queso griego o incluso un queso de cabra para darle un giro diferente al plato. La creatividad en la cocina es la clave para desarrollar sabores únicos que se adapten a tus preferencias.
Las milhojas de berenjena, tomate y mozzarella son una opción atractiva y saludable para cualquier comida, tanto para la familia como para recibir invitados. Este plato no solo satisface el paladar, sino que también embellece la mesa con sus colores vibrantes y presentación elegante. Es una forma deliciosa de incorporar más verduras en tu dieta, y se adecuará perfectamente a cualquier menú, desde un almuerzo ligero hasta una cena más formal.

Anímate a probar esta receta y comparte la experiencia con tus seres queridos. No olvides que la clave de un buen plato está en la calidad de los ingredientes y en el amor que se pone en cada paso de su preparación. ¡Buen provecho!