La crema de marisco es una de esas recetas que evocan el sabor y el aroma del océano, trasladándonos a un mundo donde cada cucharada es una explosión de frescura marina. Este plato, perfecto para una ocasión especial o simplemente para consentirnos en casa, combina la riqueza de los mariscos con la suavidad de una crema bien elaborada. A continuación, te llevamos paso a paso por esta deliciosa preparación que, sin duda, se convertirá en una de tus favoritas.
Preparación de los mariscos: Limpia bien las gambas, los mejillones y las almejas. En una olla grande, añade un poco de agua y coloca los mejillones y las almejas hasta que se abran. Retira del fuego y reserva. Pela las gambas y guarda las cáscaras, que utilizarás más adelante para hacer el caldo.
Elaboración del sofrito: En una cazuela grande, calienta el aceite de oliva y añade la cebolla picada, el ajo, la zanahoria y el puerro, todo bien picado. Cocina a fuego medio hasta que las verduras estén tiernas y comiencen a dorarse ligeramente. Añade los tomates rallados y cocina por unos minutos más hasta que se reduzca el líquido.
Preparación del caldo: En otra olla, añade las cáscaras de las gambas junto con el vino blanco y el caldo de pescado. Lleva a ebullición y deja cocinar a fuego lento durante unos 15 minutos. Luego, cuela el caldo y añádelo al sofrito de verduras.
Integración de los mariscos: Añade las gambas peladas al sofrito, junto con los mejillones y las almejas. Cocina durante unos minutos hasta que todo esté bien integrado. Luego, utiliza una batidora de mano para triturar la mezcla hasta obtener una crema suave y homogénea.
Incorporación de la nata: Agrega la nata líquida a la crema, removiendo constantemente para que se mezcle bien. Ajusta la sal y la pimienta según tu gusto. Deja cocinar a fuego lento durante unos 10 minutos más, removiendo de vez en cuando.
Presentación: Sirve la crema bien caliente en platos hondos, decorando con un poco de perejil fresco picado. Puedes acompañarla con croutons o pan tostado para darle un toque crujiente.
Para intensificar el sabor de tu crema de marisco, puedes agregar un toque de brandy o coñac al sofrito antes de añadir el caldo. Este licor realzará los sabores marinos y aportará una profundidad extra al plato. Además, si prefieres una textura aún más suave, pasa la crema por un colador fino antes de añadir la nata.
La crema de marisco es un plato que no solo deleita el paladar, sino que también nos conecta con la riqueza del mar. Es una receta que requiere dedicación, pero cuyo resultado final es un verdadero manjar. Perfecta para compartir en una cena especial o para disfrutar de un momento de indulgencia personal. Siguiendo estos pasos y con la dica bônus que te hemos compartido, lograrás una crema de marisco que hará que todos tus comensales quieran repetir. ¡Buen provecho!