Las donas rellenas son un postre icónico que combina la textura crujiente por fuera con una suavidad esponjosa en el interior. Este dulce, que tiene su origen en la tradición pastelería americana, ofrece una experiencia gastronómica irresistible. Cada bocado revela una mezcla de sabores y texturas, desde el crujido dorado de la masa frita hasta el relleno indulgente que puede variar desde una rica crema pastelera hasta una vibrante mermelada de frutas. Ideal para un desayuno especial, una merienda o simplemente para consentirse, las donas rellenas son la forma perfecta de añadir un toque de dulzura a cualquier momento del día.
Preparar la Masa:
En un bol grande, mezcla 500 gramos de harina de trigo con 100 gramos de azúcar y 10 gramos de levadura seca. Agrega 200 ml de leche tibia y mezcla hasta que se forme una masa homogénea.
Incorpora 2 huevos, 50 gramos de mantequilla derretida y 1 cucharadita de esencia de vainilla. Amasa bien hasta obtener una masa suave y elástica.
Cubre el bol con un paño y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que la masa haya duplicado su tamaño.
Formar y Freír las Donas:
Una vez que la masa haya levado, extiéndela en una superficie ligeramente enharinada hasta que tenga un grosor de aproximadamente 1 cm. Usa un cortador de donas para cortar los anillos de masa.
Calienta el aceite en una sartén profunda a 180°C (350°F). Fría los anillos de masa en el aceite caliente, unos pocos a la vez, hasta que estén dorados y cocidos por dentro, unos 2-3 minutos por lado. Retira las donas y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de grasa.
Rellenar las Donas:
Una vez frías, usa una manga pastelera o un utensilio especial para inyectar el relleno de tu elección en el centro de cada dona. Puedes elegir entre crema pastelera, dulce de leche, crema de avellanas o mermelada.
Consejo Extra:
Para un toque extra de sabor, espolvorea las donas con azúcar en polvo justo antes de servir. También puedes agregar un glaseado de chocolate o un toque de canela y azúcar para variar los sabores.
Conclusión:
Las donas rellenas son un verdadero deleite para los sentidos, combinando la textura crujiente de la fritura con la suavidad del relleno cremoso. Son perfectas para cualquier ocasión y pueden personalizarse según tus preferencias. Prepáralas para un desayuno especial, una merienda con amigos o como un capricho dulce después de la cena. Con esta receta, puedes disfrutar de un clásico de la repostería que encantará a todos en casa. ¡No olvides compartir estas deliciosas donas con tus seres queridos y disfrutar de su sabor irresistible!