Los rollitos de canela americanos son un clásico que combina la suavidad de una masa esponjosa con el sabor especiado e inconfundible de la canela. Este postre, conocido por ser irresistible tanto para niños como para adultos, es perfecto para acompañar una taza de café o té en cualquier momento del día. Aunque requiere algo de tiempo de preparación debido al reposo de la masa, el resultado vale cada minuto. Sorprende a tu familia con estos dulces rollitos que, sin duda, desaparecerán de la mesa en cuestión de minutos.
En un recipiente pequeño, disuelve la levadura fresca en el agua tibia. En un bol grande, combina esta mezcla con la harina, 10 cl de leche tibia, el azúcar glas, la mantequilla derretida, el huevo, la sal y el extracto de vainilla. Mezcla bien hasta obtener una masa homogénea. Transfiere la masa a una superficie ligeramente enharinada y amásala hasta que deje de pegarse a las manos.
Forma una bola con la masa, colócala en un bol limpio, cúbrela con film transparente y déjala reposar durante 1 hora y 30 minutos en un lugar cálido. Esto permitirá que duplique su tamaño.
Mientras tanto, prepara el relleno mezclando la mantequilla derretida con la canela en polvo. Una vez que la masa haya reposado, estírala sobre una superficie ligeramente enharinada con un rodillo, formando un rectángulo grande. Pinta la superficie con la mezcla de mantequilla y canela, asegurándote de cubrir toda el área. Espolvorea el azúcar glas uniformemente sobre el relleno.
Enrolla la masa por el lado más largo para formar un cilindro apretado. Con un cuchillo afilado, corta el cilindro en porciones de aproximadamente dos dedos de grosor. Coloca los rollitos en una bandeja para horno forrada con papel vegetal, dejando un poco de espacio entre ellos. Cúbrelos con film transparente y déjalos reposar nuevamente durante 1 hora.
Precalienta el horno a 220°C con calor arriba y abajo. Hornea los rollitos durante unos 20 minutos, o hasta que estén dorados.
Mientras se hornean, prepara la cobertura mezclando el queso crema con el azúcar glas. Agrega la leche poco a poco hasta obtener una consistencia cremosa pero ligera. Una vez que los rollitos salgan del horno, báñalos con esta cobertura mientras aún estén calientes para que se absorba ligeramente.
Si deseas darle un toque diferente, agrega frutos secos picados como nueces o almendras al relleno. También puedes experimentar con sabores adicionales, como ralladura de naranja para un aroma fresco. Los rollitos se pueden conservar en un recipiente hermético durante dos días, aunque probablemente no duren tanto tiempo por lo deliciosos que son.
Los rollitos de canela americanos son un clásico que nunca pasa de moda. Con su textura suave, aroma especiado y dulce cobertura, este postre es perfecto para cualquier ocasión. No olvides explorar más recetas dulces en nuestro sitio web y compartir esta delicia con tus seres queridos. ¡Buen provecho!