Descripción

Los rollitos fritos chinos, conocidos también como egg rolls, son una delicia que ha conquistado los paladares de todo el mundo. Estos crujientes y sabrosos bocados se caracterizan por su relleno de vegetales y carne envuelto en una fina capa de masa frita, que se dora hasta alcanzar una textura irresistible. Aunque se originan en la cocina asiática, han sido adoptados y adaptados por muchas culturas gracias a su versatilidad y sabor exquisito. Hoy en día, los egg rolls son una opción popular para acompañar platos principales o como aperitivo en reuniones y fiestas.

En esta receta, aprenderás a preparar tus propios rollitos fritos chinos en casa, con ingredientes frescos y un proceso sencillo que te permitirá disfrutar de este plato icónico en su versión más auténtica. El relleno puede personalizarse a tu gusto, pero aquí nos enfocaremos en una receta clásica con carne de cerdo, col y zanahorias, que proporcionan una combinación de texturas y sabores inigualables.

Ingredientes

• 200 gramos de carne de cerdo picada
• 1 taza de col rallada
• 1 zanahoria grande, rallada
• 2 dientes de ajo picados
• 1 cucharadita de jengibre fresco rallado
• 2 cucharadas de salsa de soja
• 1 cucharada de aceite de sésamo
• 1 paquete de masa para rollitos de primavera
• Aceite para freír
• Sal y pimienta al gusto

Modo de preparación

Preparar el relleno: En una sartén grande, calienta el aceite de sésamo a fuego medio. Añade el ajo picado y el jengibre fresco rallado, sofriéndolos durante aproximadamente 1 minuto hasta que desprendan su fragancia. Luego, agrega la carne de cerdo picada, cocinándola hasta que se dore completamente. Asegúrate de desmenuzar la carne mientras se cocina para que quede bien distribuida.

Añadir los vegetales: Una vez que la carne esté bien cocida, incorpora la col rallada y la zanahoria. Saltea los vegetales durante unos 5 minutos o hasta que se ablanden ligeramente. Añade la salsa de soja, mezclando bien todos los ingredientes. Cocina por un par de minutos más, ajustando con sal y pimienta al gusto. Retira del fuego y deja que el relleno se enfríe un poco antes de empezar a formar los rollitos.

Formar los rollitos: Coloca una hoja de masa para rollitos sobre una superficie plana, con una esquina apuntando hacia ti. Coloca una cucharada del relleno en el centro. Dobla la esquina inferior sobre el relleno, luego dobla los lados hacia el centro y finalmente enrolla el rollito hacia la esquina superior. Humedece el borde final con un poco de agua para sellar el rollito.

Freír los rollitos: En una sartén profunda o freidora, calienta suficiente aceite para cubrir los rollitos. Cuando el aceite esté bien caliente, fríe los rollitos en tandas, girándolos ocasionalmente hasta que estén dorados y crujientes por todos lados, lo que tomará alrededor de 2-3 minutos. Retíralos y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Servir: Sirve los rollitos calientes acompañados de una salsa de soja o una salsa agridulce para sumergirlos. ¡Disfruta de la explosión de sabores y texturas en cada bocado!

Consejos y Conclusión

Si deseas darle un toque extra de sabor a tus rollitos, puedes añadir hongos shiitake picados al relleno. Estos hongos le darán una profundidad de sabor umami que complementará perfectamente la carne de cerdo y los vegetales. Además, si prefieres una versión más ligera, puedes optar por cocinar los rollitos al horno en lugar de freírlos. Solo colócalos en una bandeja para hornear, rocíalos con un poco de aceite y hornéalos a 200°C durante 20-25 minutos o hasta que estén dorados y crujientes.
Preparar rollitos fritos chinos en casa no solo es una forma deliciosa de disfrutar de la cocina asiática, sino que también te brinda la posibilidad de personalizar los ingredientes a tu gusto. Ya sea que prefieras un relleno vegetariano, con pollo o cerdo, esta receta es la base perfecta para experimentar en la cocina. Además, al hacerlos tú mismo, te aseguras de que cada rollito esté fresco, crujiente y lleno de sabor. Así que no dudes en intentarlo, ya que el resultado será un éxito en cualquier ocasión, ya sea como aperitivo, acompañamiento o incluso como plato principal.