Descripción

Los buñuelos de viento son una delicia tradicional que ha pasado de generación en generación, llenando de dulzura momentos especiales. Estas pequeñas esferas doradas, crujientes por fuera y suaves por dentro, cubiertas de una capa de azúcar, son el símbolo de festividades y reuniones familiares en muchos países hispanos. Su origen se remonta a la época medieval, y con el tiempo, han conquistado paladares en toda América Latina. Prepararlos en casa es una manera de mantener viva esta tradición y disfrutar de una experiencia culinaria única. En esta receta, te mostraremos cómo lograr esos buñuelos perfectos, con esa textura aireada que los caracteriza, y una cobertura que los hace irresistibles.

Ingredientes

• 250 ml de agua
• 50 g de mantequilla
• 1 pizca de sal
• 150 g de harina
• 3 huevos
• Aceite para freír
• Azúcar para espolvorear
• Canela en polvo (opcional)

Modo de preparación

Preparación de la masa: En una cacerola, calienta el agua con la mantequilla y la pizca de sal hasta que la mantequilla se derrita por completo y la mezcla empiece a hervir.
Incorporar la harina: Cuando la mezcla esté hirviendo, retira del fuego y añade de golpe la harina. Remueve enérgicamente con una cuchara de madera hasta que la masa se despegue de las paredes de la cacerola. Este paso es clave para lograr la consistencia adecuada.
Añadir los huevos: Deja enfriar la masa durante unos minutos. Luego, incorpora los huevos uno a uno, asegurándote de mezclar bien después de cada adición. La masa debe quedar suave y brillante.
Freír los buñuelos: Calienta abundante aceite en una sartén profunda. Con la ayuda de dos cucharas, forma pequeñas porciones de masa y fríelas en el aceite caliente hasta que estén doradas por todos lados. Asegúrate de que el aceite esté a temperatura media para que los buñuelos se cocinen bien por dentro sin quemarse por fuera.
Escurrir y espolvorear: Coloca los buñuelos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite. Mientras aún están calientes, espolvoréalos generosamente con azúcar y, si lo prefieres, un toque de canela para darles un aroma especial.

Consejos y Conclusión

Si quieres darle un toque diferente a tus buñuelos, puedes rellenarlos con crema pastelera, dulce de leche o chocolate una vez que estén fritos. Solo necesitas hacer un pequeño corte o usar una manga pastelera con boquilla fina para inyectar el relleno. ¡El contraste entre el exterior crujiente y el interior cremoso es simplemente delicioso!