Descripción

El Pan de Muerto es una de las tradiciones más emblemáticas de México, un símbolo de la celebración del Día de Muertos que se lleva a cabo cada año el 2 de noviembre. Este delicioso pan, de textura suave y esponjosa, está adornado con formas que evocan los huesos y se aromatiza con la fragancia característicamente cítrica de la naranja. Su historia se remonta a las culturas prehispánicas, fusionándose con prácticas españolas para dar lugar a este exquisito manjar que honra a los seres queridos que han partido.

Prepararlo en casa es una experiencia maravillosa, no solo por el placer de cocinar, sino también por la oportunidad de reunirse con amigos y familia, compartiendo momentos únicos en la cocina. El aroma que desprenderá tu cocina mientras el pan se hornea te hará sentir que realmente estás participando en una celebración especial. Ya sea que lo hagas por tradición o simplemente para disfrutar de su sabor, el Pan de Muerto se convierte en una delicia que todos adorarán. ¡Así que prepárate para sorprender a tus seres queridos con esta receta maravillosa!

Ingredientes

• Para preparar un delicioso Pan de Muerto necesitarás los siguientes ingredientes:
• Para la masa:
• - ¼ de taza de mantequilla sin sal
• - ¼ de taza de leche (puede ser deslactosada si se prefiere)
• - ¼ de taza de agua tibia (aproximadamente a 45 °C)
• - 3 tazas de harina de trigo (no usar harina integral)
• - 1 ¼ cucharadita de levadura instantánea
• - ½ cucharadita de sal
• - ¼ de taza de azúcar blanca refinada
• - 2 huevos batidos
• - 2 cucharaditas de ralladura de naranja
• Para el barniz de naranja:
• - 2 cucharadas de azúcar blanca refinada
• - 3 cucharadas de jugo de naranja natural
• - 1 cucharadita de ralladura de naranja
• Para la cobertura:
• - Azúcar blanca refinada al gusto

Modo de preparación

Comienza la experiencia de hacer Pan de Muerto con el primer paso, que es calentar la leche y la mantequilla. En una cacerola mediana, coloca la mantequilla y la leche a fuego medio hasta que la mantequilla se derrita completamente. Es importante no dejar que la mezcla hierva, solo necesitas que esté tibia. Una vez derretida, retira la cacerola del fuego y añade el agua tibia, mezclando suavemente hasta que se integren.

En un recipiente separado, toma 1 taza de la harina y mézclala con la levadura, la sal y ¼ de taza de azúcar. Esta mezcla seca combina los ingredientes clave que darán estructura y sabor al pan. Ahora, poco a poco, incorpora la mezcla de leche tibia a los ingredientes secos, añadiendo también los huevos batidos. Mezcla vigorosamente hasta conseguir una masa homogénea.

Es momento de añadir la ralladura de naranja, que le otorgará un sabor divino a tu pan. Asegúrate de mezclar bien para que la esencia cítrica se disperse uniformemente. Luego, comienza a incorporar la harina restante, añadiendo ½ taza al mismo tiempo, hasta que la masa comience a despegarse de los bordes del recipiente y tenga una consistencia suave pero un poco pegajosa.

Transfiere la masa a una superficie ligeramente enharinada y comienza a amasar. Este paso es fundamental: deberás trabajar la masa durante unos 10 minutos, hasta que esté suave, elástica y no se pegue a tus manos. La técnica de amasado es sencilla; usa las palmas de tus manos para presionar y doblar la masa repetidamente.

Forma una bola con la masa y colócala en un recipiente previamente engrasado. Cubre el recipiente con un trapo húmedo para evitar que se forme una costra dura en la superficie. Deja que la masa repose en un lugar tibio durante aproximadamente 1 a 2 horas o hasta que duplique su tamaño. Este tiempo de reposo permite que la levadura fermente y tu pan sea esponjoso.

Cuando la masa haya crecido, utiliza tu puño para “ponchar” la masa, es decir, presionarla suavemente para que se desinfle un poco. Divide la masa en tres partes iguales. Forma dos bolas con una de las partes y colócalas sobre una bandeja engrasada. Cubre con un trapo nuevamente y déjala reposar en un lugar cálido, ya sea en el horno apagado o en una cocina acogedora.

La masa restante se debe dividir en seis pedazos iguales. Con dos de ellos forman dos bolas pequeñas que irán encima de las otras dos bolas. Con los otros cuatro, forma los “huesitos”: para ello, amasa cada pedazo en forma de cilindro dejando los extremos más gruesos. Coloca los huesitos sobre la bandeja junto a las bolas de masa; asegúrate de que se mantengan en contacto.

Cubre nuevamente con un trapo y deja que la masa repose durante otros 60 minutos, o hasta que vea que ha duplicado su tamaño nuevamente. Esto es lo que dará esa ligereza característica al Pan de Muerto. Mientras tanto, aprovecha para precalentar tu horno a 180 °C.

Antes de hornear, bate un huevo en un cuenco y utiliza una brocha de panadería para barnizar suavemente la parte superior de los panes. Asegúrate de cubrir bien las bolas y los huesitos para que se doren uniformemente. Este barniz no solo les dará un bonito brillo, sino que también ayudará a que la mezcla de azúcar adquiera una textura crujiente.

Una vez barnizado, coloca los huesitos sobre las bolitas, presionando ligeramente para que se adhieran. Ahora sí, es momento de hornear tu Pan de Muerto. Coloca la bandeja en el horno precalentado y hornea durante aproximadamente 25 minutos. A partir de los 20 minutos, empieza a vigilar la cocción; el pan estará listo cuando la parte superior esté dorada y al insertar un palillo, este salga limpio.

Mientras tanto, prepara el barniz de naranja. En una ollita o sartén pequeña, mezcla el jugo de naranja, 2 cucharadas de azúcar y la ralladura de naranja. Cocina a fuego medio durante aproximadamente 3 minutos o hasta que empiece a hervir y se espese un poco. Este barniz además de darle sabor al pan, lo hará brillar.

Cuando el pan esté listo, retíralo del horno y mientras aún está tibio, barnízalo con la mezcla de naranja usando la brocha. Espolvorea con azúcar blanca al gusto, lo que le dará un dulce toque final

Consejos y Conclusión

Consejo:
Si deseas darle un giro a esta receta, considera incorporar otros sabores a la masa como canela, vainilla o incluso cambiar la ralladura de naranja por ralladura de limón o mandarina. Puedes también experimentar con la cobertura, añadiendo nueces picadas o coco rallado al azúcar. Este Pan de Muerto es ideal para acompañarlo con un chocolate caliente o un café aromatizado, creando una merienda perfecta para compartir en familia o con amigos. Si te sobra pan, puedes conservarlo en un recipiente hermético a temperatura ambiente por algunos días, o en el refrigerador para prolongar su frescura.

Conclusión:
El Pan de Muerto es una experiencia culinaria que va más allá de simplemente hornear un pan; es una conexión con la cultura, con la historia y con los seres queridos que celebramos. Cada bocado de este pan tierno te llevará a través de recuerdos y tradiciones que valen la pena preservar y compartir. Ahora que has aprendido a preparar esta recetaya puedes disfrutar cada momento de la preparación y, por supuesto, de la degustación.

Si te ha gustado esta receta, ¡no dudes en compartirla con tus amigos y familiares! Además, te invitamos a explorar otras delicias de la cocina mexicana y seguir navegando en nuestro sitio. Descubre más recetas que te ayudarán a celebrar y disfrutar de la rica gastronomía de México. ¡Buen provecho!