¡Prepárate para disfrutar de una receta práctica, saludable y deliciosa! Este plato combina la jugosidad del pollo con el crujido de las verduras y un toque especial de especias. Perfecto para un almuerzo rápido o una cena nutritiva, el equilibrio entre el dulzor de la miel, el sabor salado de la salsa de soja y un toque picante de hojuelas de chile es una explosión de sabores. Con pocos ingredientes y un método de preparación sencillo, tendrás una comida digna de un restaurante.
Prepara el pollo: Corta las pechugas de pollo en cubos uniformes para que se cocinen de manera pareja.
Pica el jengibre: Pela y corta el jengibre en trozos pequeños o rállalo según tu preferencia.
Mezcla los ingredientes iniciales: En un bol grande, añade el pollo, el jengibre, el ajo picado y la miel.
Sazona: Espolvorea sal y hojuelas de chile sobre la mezcla de pollo. Mezcla bien.
Añade maicena: Espolvorea la maicena y mezcla hasta que los trozos estén cubiertos.
Agrega salsa de soja: Vierte la salsa de soja en el bol y remueve para integrar los sabores.
Prepara las verduras: Corta la cebolla en trozos grandes y los pimientos en tiras finas.
Prepara la salsa: Disuelve el caldo de pollo en 150 ml de agua caliente, agrega la salsa de soja y la maicena, y mezcla bien.
Fríe el pollo: Calienta una sartén grande con un chorrito de aceite y dora los cubos de pollo.
Retira el pollo: Una vez dorado, retira el pollo de la sartén y resérvalo.
Añade más aceite: En la misma sartén, añade un poco más de aceite para las verduras.
Fríe el jengibre y el ajo: Cocina el jengibre y el ajo hasta que desprendan un aroma delicioso.
Cocina la cebolla: Añade la cebolla troceada y cocina hasta que esté dorada.
Agrega los pimientos: Incorpora los pimientos rojo y verde, y saltea por 2–3 minutos.
Reintroduce el pollo: Vuelve a colocar el pollo en la sartén junto con las verduras.
Añade la salsa: Vierte la salsa preparada sobre el pollo y las verduras, y mezcla suavemente.
Espesa la salsa: Cocina a fuego medio hasta que la salsa espese y cubra bien los ingredientes.
Prueba y ajusta: Corrige la sazón añadiendo más sal o salsa de soja si es necesario.
Finaliza: Apaga el fuego cuando la salsa esté bien integrada.
Sirve: Transfiere el pollo con verduras a un plato y sirve caliente con arroz blanco o fideos.
Para realzar el sabor de las verduras, saltéalas a fuego alto antes de mezclarlas con el pollo. Esto conserva su textura y les da un toque caramelizado.
Esta receta fácil de preparar es perfecta para el día a día, combinando simplicidad y sabor. Con ingredientes básicos y un toque especial, tendrás un plato que encantará a todos. ¡Pruébalo y transforma cualquier comida en un momento especial!