Este Pastel de Nube con Yogur es el sueño de cualquier amante de la repostería ligera y saludable. Su textura esponjosa, su dulzura delicada y su esencia sin gluten lo convierten en el postre perfecto para cualquier ocasión. Ideal para aquellos que buscan un deleite que combine suavidad y sencillez, este pastel parece flotar en el cielo, como sugiere su nombre. Además, su preparación es sorprendentemente sencilla, ¡así que manos a la obra!
1. Preparación Inicial
Precalienta el horno a 170°C con calor arriba y abajo. Forra un molde desmontable (preferiblemente de 20 cm) con papel pergamino, incluyendo los laterales. Este paso asegura un desmoldado perfecto y evita que el pastel se adhiera al molde.
2. La Base Cremosa
Separa los huevos con mucho cuidado, evitando que las yemas entren en contacto con las claras.
En un bol amplio, bate las yemas con el azúcar durante 3-4 minutos hasta alcanzar el punto de cinta. La mezcla debe caer formando una línea continua que permanezca visible unos segundos en la superficie. Este es el secreto para una textura ligera y aireada.
3. La Estructura Sin Gluten
Tamiza juntos la maicena y la levadura en polvo para evitar grumos y lograr una mezcla uniforme.
Añade estos ingredientes secos a las yemas batidas, incorporándolos con movimientos envolventes para no perder aire.
Agrega el yogur natural poco a poco, integrándolo suavemente hasta obtener una masa homogénea.
4. El Secreto de las Nubes
En un bol completamente limpio y seco, monta las claras con la pizca de sal. Comienza batiendo a velocidad baja y aumenta progresivamente hasta llegar a velocidad media-alta.
Bate hasta obtener picos firmes pero brillantes. Las claras deben mantener su forma sin quedar secas.
5. La Unión Mágica
Incorpora un tercio de las claras montadas a la mezcla de yemas y yogur para aligerarla.
Luego, añade el resto en dos tandas, con movimientos envolventes en forma de ocho. Este paso es crucial para mantener la ligereza de la masa.
6. El Horneado Perfecto
Vierte la masa en el molde preparado, alisando ligeramente la superficie con movimientos suaves.
Hornea durante 50 minutos, sin abrir la puerta del horno durante el proceso.
El pastel estará listo cuando esté dorado y recupere su forma al presionarlo suavemente con un dedo.
Una vez horneado, deja que el pastel enfríe completamente dentro del molde antes de desmoldarlo. Espolvorea azúcar glas por encima justo antes de servir para un acabado elegante y delicado.
Para añadir un toque extra de sabor, acompaña este pastel con una salsa de frutas frescas, como frambuesas o fresas trituradas con un poco de azúcar. ¡La acidez de las frutas equilibra a la perfección la dulzura del pastel!