La masa para sorrentinos es la base de una de las pastas más tradicionales y queridas en la gastronomía argentina. Similar a los ravioles pero con un toque más artesanal, los sorrentinos se destacan por su forma redonda y su capacidad de contener una gran variedad de rellenos. Preparar esta masa casera es una experiencia gratificante que resalta la frescura y el sabor de los ingredientes. Ideal para ocasiones especiales o para disfrutar de un día en familia, esta receta te guiará paso a paso para lograr una masa suave, elástica y perfecta para crear los sorrentinos más deliciosos.
Formar el volcán:
Coloca la harina sobre una superficie limpia y seca, como una mesa o tabla de madera. Forma un volcán, dejando un hueco en el centro para los ingredientes líquidos. Este método clásico ayuda a integrar los ingredientes de manera uniforme y evita que los líquidos se derramen.
Espolvorea la sal sobre la harina, mezclándola ligeramente con tus dedos o un tenedor. Esto asegurará que la sal se distribuya de manera uniforme en la masa.
Incorporar los ingredientes húmedos:
Rompe los huevos y colócalos en el centro del volcán. Si prefieres una masa más suave y flexible, agrega una cucharada de aceite de oliva en este punto.
Usa un tenedor para batir ligeramente los huevos dentro del hueco, incorporando gradualmente pequeñas cantidades de harina de los bordes hacia el centro. Este proceso debe hacerse lentamente para evitar que los líquidos se desborden.
Amasar la mezcla:
Cuando la mezcla sea demasiado espesa para trabajar con el tenedor, comienza a amasar con las manos. Usa movimientos firmes y circulares para integrar todos los ingredientes.
Amasa durante aproximadamente 8-10 minutos, hasta que obtengas una masa suave, homogénea y elástica. Si notas que la masa está demasiado seca, agrega unas gotas de agua. Si está pegajosa, espolvorea un poco más de harina sobre la superficie y continúa amasando.
Reposar la masa:
Forma una bola con la masa y envuélvela en film transparente o cúbrela con un paño limpio y ligeramente húmedo. Deja reposar a temperatura ambiente durante 30 minutos. Este paso es crucial, ya que permite que el gluten se relaje, facilitando el proceso de estirado.
Estirar la masa:
Divide la masa en porciones más pequeñas para trabajar con mayor comodidad. Usa un rodillo o una máquina para pasta para estirar cada porción hasta alcanzar un grosor de 1-2 mm. La masa debe ser lo suficientemente fina como para destacar el sabor del relleno, pero lo suficientemente resistente para mantener su forma durante la cocción.
Formar los sorrentinos:
Con un cortador de galletas redondo o un vaso del tamaño deseado, corta círculos de masa. Coloca una pequeña cantidad de relleno en el centro de cada círculo.
Cubre el relleno con otro círculo de masa y presiona suavemente los bordes con los dedos para sellar. Para un acabado más decorativo y seguro, presiona los bordes con un tenedor.
Variedades de harina: Si deseas una textura más ligera, mezcla harina de trigo con una pequeña proporción de harina de sémola.
Opciones de relleno: Experimenta con diferentes rellenos, como ricota con espinaca, jamón y queso, o incluso combinaciones más creativas como calabaza con nueces.
Almacenamiento: Los sorrentinos pueden congelarse antes de cocinarlos. Colócalos en una bandeja en una sola capa hasta que estén firmes, luego transfiérelos a una bolsa hermética para congelar.
Preparar masa para sorrentinos en casa es un acto de amor que se refleja en cada bocado. Su textura suave y elástica es el lienzo perfecto para cualquier relleno, permitiéndote personalizar esta receta según tus gustos y preferencias. Comparte esta experiencia culinaria con familiares y amigos, y disfruta de un plato que combina tradición, creatividad y sabor. Explora más recetas en nuestro sitio para seguir inspirándote en la cocina. ¡Buen provecho!