Descripción

¿Alguna vez has soñado con un postre que combine lo mejor de dos mundos? Imagina un pastel de chocolate suave y esponjoso que se encuentra misteriosamente bajo una capa de flan cremoso y delicioso. Eso es lo que te ofrece el chocoflán, también conocido como pastel imposible. Este postre no solo es un deleite para el paladar, sino que también es un festín visual, con su atractivo contraste entre el chocolate intenso y el flan suave que se desliza elegantemente en cada porción.

El chocoflán tiene sus raíces en la rica cultura de la repostería mexicana, donde la creatividad y la tradición se entrelazan para dar lugar a sabores y presentaciones fascinantes. La magia de este postre radica en su capacidad para formar dos capas distintas al hornearse, creando un efecto visual que sorprenderá a tus invitados. Además, la preparación es sorprendentemente sencilla, lo que lo convierte en el postre perfecto para cualquier ocasión, desde una comida familiar hasta una celebración especial. ¡Vamos a sumergirnos en la experiencia de preparar este delicioso chocoflán!

Ingredientes

• Para el caramelo:
• 1 taza de azúcar
• Para el pastel de chocolate:
• 1 caja de harina para pastel de chocolate (de la marca de tu preferencia)
• Cantidad necesaria para preparar el pastel según el paquete (aceite, agua, huevos)
• Para el flan:
• 6 huevos
• 1 lata de leche condensada
• 1 lata de leche evaporada
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• Opcionales:
• Almendras o nueces (para añadir sabor y textura al flan)
• Esencia de almendras en lugar de vainilla (para un toque diferente)

Modo de preparación

Modo de Preparación:
La magia del chocoflán comienza en la preparación del caramelo, que le dará un toque de dulzura y un hermoso acabado a nuestro postre. Calienta una cacerola a fuego medio y añade la taza de azúcar. Permite que el azúcar se derrita lentamente, moviendo la cacerola de vez en cuando para asegurar que el caramelo no se queme. Cuando obtengas un color dorado, viértelo inmediatamente en un molde engrasado (puedes usar aceite en aerosol para mayor comodidad). Evita que el caramelo se enfríe en la cacerola, ya que se volverá quebradizo.

A continuación, será el momento de preparar la mezcla del flan. En una licuadora, combina los seis huevos, la lata de leche condensada, la lata de leche evaporada y la cucharadita de esencia de vainilla. Si decides añadir almendras o nueces, ahora es el momento perfecto para hacerlo. Estas aportarán una textura y sabor extraordinarios. Licúa a alta velocidad hasta obtener una mezcla homogénea y suave que puedas reservar para más tarde.

Pasamos a la mezcla del pastel de chocolate. Prepara la mezcla siguiendo las instrucciones del paquete, pero aquí hay un pequeño truco que te permitirá lograr una consistencia ideal. Reduce ligeramente la cantidad de líquido: usa 2 huevos, 1/4 de taza de aceite y 1/2 de taza de agua en lugar de los tres huevos, 1/2 taza de aceite y 1 taza de agua que normalmente se requieren. Esto hará que el pastel sea un poco más compacto, permitiendo una mejor integración con el flan al hornearse.

Con ambas mezclas listas, es hora de armar nuestro chocoflán. Primero, vierte la mezcla del pastel de chocolate sobre el caramelo, asegurándote de que quede bien distribuido y nivelado. Puedes darle unos golpecitos suaves al molde sobre la mesa para eliminar burbujas de aire que puedan haberse formado. Luego, con cuidado, vierte la mezcla del flan sobre la mezcla de pastel. Para evitar que las capas se mezclen o que se forme una cavidad, utiliza el dorso de una cuchara para que el flan caiga suavemente sobre el pastel.

Una vez que hayas creado tus capas, es importante dejar un pequeño margen en la parte superior del molde. Esto evitará que al cubrir con papel aluminio, se derrame la mezcla durante el horneado. Si tienes exceso de mezcla, puedes usarla para hacer mini porciones en capacillos o en un molde pequeño para flan, ideal para compartir.

Ahora prepara tu horno, precalentándolo a 175°C. Coloca el molde del chocoflán dentro de una charola con agua caliente, creando un baño María. Esto garantiza que el flan se cocine de manera uniforme y evita que se reseque. Hornea el chocoflán durante aproximadamente una hora y media, pero cada horno es diferente, así que mantén un ojo atento. Cuando notes que el pastel ha subido y un palillo insertado en el centro sale limpio, nuestro chocoflán estará listo.

Una vez cocido, es fundamental dejar reposar tu chocoflán durante unos 10 minutos antes de desmoldar. Esto permitirá que se asiente y evitará que se rompa al desmoldar. Para sacar el chocoflán del molde, pasa un cuchillo por los bordes para asegurar que no se quede pegado. Luego, con un giro rápido y seguro, vuelca el molde sobre una charola. Podrás observar cómo el flan cae delicadamente encima del pastel, y el caramelo irá escurriendo por los lados, creando una presentación espectacular.

Consejos y Conclusión

Consejo:
Para realzar la presentación de tu chocoflán, puedes decorarlo con nueces picadas y cerezas frescas. También puedes servirlo con una bola de helado de vainilla o un toque de crema batida, lo que elevará aún más la experiencia. Si te sobra chocoflán, guárdalo en la nevera cubierto con film transparente. Se puede conservar durante varios días, ¡aunque es poco probable que sobre tanto si lo sirves en una reunión!

Conclusión:
Disfrutar de un chocoflán es una experiencia que deleitará tus sentidos. Cada bocado fusiona el intenso sabor del chocolate con la suavidad del flan, creando un equilibrio perfecto que es sin duda un verdadero placer. Al preparar esta receta, no solo estarás ofreciendo un postre exquisito, sino que también estarás compartiendo un pedazo de la rica tradición culinaria mexicana con amigos y familiares.

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