Las galletas de mantequilla son un clásico de la repostería que nunca pasa de moda. Estas galletas con chispas de chocolate añaden un toque divertido y delicioso, convirtiéndolas en la opción perfecta para compartir en familia, disfrutar en una merienda o como un dulce regalo casero. Su textura crujiente por fuera y ligeramente suave por dentro las hace irresistibles. Lo mejor de todo es que son fáciles de preparar, incluso para quienes están comenzando en la cocina. Con ingredientes básicos y un poco de creatividad, puedes personalizar estas galletas para que sean únicas y especiales
Precalienta el horno a 180 °C y prepara una bandeja para hornear, cubriéndola con papel pergamino o engrasándola ligeramente con mantequilla. Esto evitará que las galletas se peguen y facilitará su manipulación después de hornearlas.
En un bol grande, bate la mantequilla junto con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y suave. Este paso es fundamental para lograr una textura homogénea en las galletas. Puedes hacerlo con un batidor manual o una batidora eléctrica, dependiendo de tu preferencia.
Agrega el huevo y la esencia de vainilla a la mezcla de mantequilla y azúcar, batiendo bien hasta que todos los ingredientes estén completamente integrados. La vainilla realzará el aroma y sabor de las galletas.
En otro recipiente, combina la harina tamizada con el polvo de hornear. Incorporar la harina poco a poco a la mezcla de mantequilla y huevo, revolviendo con una espátula o cuchara de madera. Esto evitará que la masa se vuelva demasiado pesada.
Cuando la masa esté bien integrada y sin grumos, añade las chispas de chocolate. Mézclalas suavemente para distribuirlas de manera uniforme por toda la masa. Este es un buen momento para agregar otros ingredientes como nueces picadas o coco rallado si deseas experimentar con diferentes texturas.
Con la ayuda de una cuchara, toma porciones pequeñas de masa y colócalas sobre la bandeja para hornear, dejando espacio entre cada galleta, ya que se expandirán durante la cocción. Puedes aplanarlas ligeramente con el dorso de la cuchara para darles una forma más uniforme.
Hornea las galletas durante 12-15 minutos o hasta que los bordes estén dorados. Recuerda que el tiempo puede variar según tu horno, así que vigílalas de cerca. Retíralas del horno y deja que reposen en la bandeja durante 5 minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen completamente
Consejo:
Para conservarlas frescas, guarda las galletas en un recipiente hermético a temperatura ambiente. Si quieres un toque diferente, derrite un poco de chocolate y sumérgelas hasta la mitad para decorarlas, o espolvorea azúcar glas por encima una vez estén frías.
Conclusión:
Preparar estas galletas de mantequilla con chispas de chocolate es una experiencia divertida y gratificante que llenará tu cocina de un delicioso aroma. Su versatilidad las convierte en una opción perfecta para cualquier ocasión. Además, es una receta ideal para hacer con niños, fomentando momentos de creatividad y unión familiar.
Si te encantó esta receta, te invitamos a explorar otras opciones en nuestro sitio, como galletas de avena, galletas de jengibre o pasteles de limón. ¡Comparte tus creaciones con amigos y familiares y continúa navegando para descubrir más delicias!