Estos pastelitos japoneses son una auténtica delicia, con una textura esponjosa y un relleno cremoso de vainilla que los hace irresistibles. Son ideales para acompañar un té o como postre ligero y delicioso. Su preparación es sencilla y el resultado, simplemente espectacular. ¡Anímate a probarlos!
En un tazón grande, bate los huevos con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa y cremosa. Agrega la miel y mezcla bien. Tamiza la harina y el polvo de hornear e incorpóralos a la mezcla de huevo, removiendo con una espátula hasta integrar por completo.
Calienta una sartén antiadherente a fuego medio y engrásala ligeramente con aceite. Vierte pequeñas porciones de masa, formando círculos de aproximadamente 7-8 cm de diámetro. Cocina cada lado por 1-2 minutos o hasta que los bizcochos estén dorados. Retira del fuego y deja enfriar.
Para la crema pastelera, calienta la leche en una cacerola hasta que esté casi a punto de hervir. En un bol aparte, bate las yemas con el azúcar y la maicena hasta obtener una mezcla homogénea.
Vierte lentamente la leche caliente sobre la mezcla de yemas, batiendo constantemente para evitar que se cocinen. Luego, regresa todo a la cacerola y cocina a fuego bajo, batiendo continuamente hasta que espese. Retira del fuego, añade la mantequilla y la esencia de vainilla, y mezcla bien. Deja enfriar.
Coloca una capa de crema pastelera en un bizcocho y cúbrelo con otro, formando un sándwich.
Si deseas darle un toque especial, puedes espolvorear azúcar glas sobre los pastelitos o acompañarlos con frutas frescas como fresas o arándanos. También puedes refrigerarlos por unos minutos antes de servir para disfrutar de una textura más firme.
Estos pastelitos japoneses son la combinación perfecta de esponjosidad y cremosidad, convirtiéndose en una opción deliciosa para cualquier ocasión. Su preparación sencilla los hace accesibles para cualquier amante de la repostería casera. ¡Anímate a prepararlos y sorprende a todos con su sabor único!