Descripción

Las galletas de mantequilla danesas son un clásico en los hogares, reconocidas por su textura suave y su sabor delicadamente dulce. Estas galletas, con un toque de canela, son perfectas para acompañar una taza de té o café. Aunque suelen encontrarse en cajas de metal en muchas tiendas, prepararlas en casa permite disfrutar de una versión más fresca y deliciosa. Además, su preparación es sencilla y el resultado es inmejorable.

Ingredientes

• 300 g de mantequilla a temperatura ambiente
• 250 g de azúcar
• 2 huevos
• 350 g de harina de repostería
• Una pizca de sal
• Un poco de canela en polvo

Modo de preparación

En un bol grande, bate la mantequilla con el azúcar utilizando unas varillas hasta obtener una mezcla cremosa y homogénea.

Añade los huevos, incorporándolos uno a uno mientras continúas batiendo hasta que se integren completamente en la mezcla.

Tamiza la harina y agrégala poco a poco a la mezcla anterior. Añade también una pizca de sal y un toque de canela en polvo. Mezcla con una espátula o con las manos hasta obtener una masa homogénea y ligeramente pegajosa.

Reposo y Estirado de la Masa:Forma una bola con la masa y colócala entre dos hojas de papel de hornear. Estírala con un rodillo hasta lograr un grosor uniforme de aproximadamente 5 milímetros.

Deja reposar la masa en el frigorífico durante al menos 60 minutos para que adquiera firmeza y sea más fácil de manejar.

Corte y Horneado:Precalienta el horno a 180°C con calor arriba y abajo.

Saca la masa del frigorífico y estírala un poco más si es necesario. Retira la hoja superior de papel de hornear y corta las galletas con moldes de diferentes formas.

Coloca las galletas en una bandeja de horno forrada con papel de hornear, dejando un pequeño espacio entre ellas.

Hornea durante aproximadamente 15 minutos o hasta que las galletas estén doradas en los bordes.

Enfriado y Presentación:Saca las galletas del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla para que conserven su textura crujiente.

Una vez frías, guárdalas en un recipiente hermético para mantener su frescura y sabor.

Consejos y Conclusión

Si deseas un toque extra de sabor, puedes espolvorear un poco de azúcar glas sobre las galletas una vez frías. También puedes bañarlas en chocolate derretido o decorarlas con glaseado para darles un aspecto más festivo.

Hacer galletas de mantequilla danesas en casa es una experiencia gratificante que permite disfrutar de su sabor auténtico y fresco. Son ideales para compartir en reuniones familiares o como un detalle especial para regalar. ¡Anímate a prepararlas y deleita a todos con este clásico de la repostería!