Esta receta es una explosión de sabores, perfecta para quienes disfrutan de comidas rápidas y prácticas con un toque oriental. La combinación de pollo jugoso con pimientos, cebolla y la mezcla sabrosa de hojuelas de chile, pimentón y miel crea una armonía única. El uso de salsa de soja, combinado con caldo de pollo, resulta en una salsa rica que se convierte en el punto culminante del plato. Este pollo dulce y picante es una excelente opción para agregar variedad a tus comidas diarias sin complicaciones.
Necesitas cortar las dos pechugas de pollo en cubos medianos. Esto asegura que las piezas se cocinen uniformemente y se mantengan jugosas.
Ahora, corta el ajo en trozos pequeños. El ajo añadirá un sabor especial al plato, dando un toque aromático inconfundible.
Luego, corta medio pimiento rojo y medio pimiento verde. Usar ambos tipos de pimientos aporta una mezcla de colores y sabores: el pimiento rojo es más dulce, mientras que el verde es más suave.
Corta una cebolla en rodajas o trozos medianos, según tu preferencia. A medida que la cebolla se cocina, se caramelizará ligeramente, añadiendo un sabor suave y dulce al plato.
Ahora, sazona el pollo con una cucharada de hojuelas de chile. Las hojuelas de chile aportarán un toque picante, pero puedes ajustar la cantidad según tu gusto.
Añade una cucharada de sal y pimentón. El pimentón intensificará el sabor del pollo y le dará un color rojizo. Usa pimentón dulce para un sabor más suave o pimentón picante para más calor.
Agrega una cucharada de maicena a los trozos de pollo. La maicena ayudará a sellar la carne durante la fritura, dejándola tierna por dentro y ligeramente crujiente por fuera.
Ahora, rocía miel generosamente sobre el pollo sazonado. La miel equilibrará el picante de las hojuelas de chile, creando un contraste delicioso entre dulce y picante.
Añade salsa de soja al pollo sazonado. La salsa de soja aportará un sabor salado y umami, enriqueciendo aún más el sabor del pollo.
En una sartén, calienta un poco de aceite y fríe los trozos de pollo a fuego medio. Fríelos hasta que el pollo esté dorado por fuera y cocido por dentro. Asegúrate de dar vuelta a las piezas para garantizar una cocción uniforme.
Ahora, agrega el ajo picado en la sartén con el pollo. El ajo liberará su sabor y aroma a medida que se fríe, añadiendo más profundidad al plato.
Agrega los pimientos y la cebolla picados en la sartén. Saltea todo junto durante unos minutos hasta que las verduras estén ligeramente blandas pero aún crujientes, manteniendo el contraste de texturas en el plato.
Ahora, prepara una salsa con caldo de pollo, salsa de soja y maicena. Disuelve todos los ingredientes en agua caliente y vierte la mezcla en la sartén. La salsa se espesará y cubrirá el pollo y las verduras.
¡Tu receta está lista! Sirve el pollo con los pimientos y la cebolla, rociados con la deliciosa salsa que se ha formado en la sartén. Acompaña con arroz blanco, que absorberá toda la sabrosa salsa.
Para darle aún más sabor, deja marinar el pollo en salsa de soja, miel y pimentón durante 30 minutos antes de freírlo. Esto permitirá que los sabores penetren profundamente en la carne, haciéndola aún más sabrosa. Si prefieres una salsa más espesa, puedes agregar otra cucharada de maicena al caldo, lo que hará que la salsa sea más rica y cubra mejor el pollo.
Este pollo con pimientos, cebolla y una salsa dulce y picante es un plato práctico y lleno de sabor que combina influencias orientales con ingredientes simples. El contraste entre la dulzura de la miel y el salado de la salsa de soja, junto con el ligero picante de las hojuelas de chile, crea un plato irresistible. ¡Perfecto para una comida rápida sin perder sabor! Prepara esta receta y sorprende a tu familia con un plato lleno de sabor y carácter.