Descripción

El pan de leche es uno de esos placeres simples que todos amamos, con su textura suave y esponjosa, y su sabor ligeramente dulce. Pero, ¿sabías que puedes preparar este delicioso pan en la estufa, sin necesidad de un horno? Esta receta es perfecta para quienes buscan una opción fácil y rápida de hacer pan en casa. El resultado es un pan tan tierno y aromático que será difícil resistirse a comerlo recién salido de la sartén. A continuación, te guío paso a paso para que puedas experimentar la delicia de hacer tu propio pan de leche en la estufa.

Ingredientes

• 1 vaso de leche (200 ml)
• 2 cucharadas de azúcar (40 gramos)
• 1 cucharadita de levadura seca (5 gramos)
• 2 tazas de harina (400 gramos)
• 1 cucharadita de sal (5 gramos)
• 50 gramos de mantequilla (a temperatura ambiente)

Modo de preparación

1. Activar la Levadura
El primer paso para asegurar un pan esponjoso es activar correctamente la levadura. Calienta la leche en una cacerola a fuego bajo, asegurándote de que esté tibia, no caliente, para no matar la levadura. Añade el azúcar y la levadura seca a la leche tibia y mezcla bien. Deja reposar esta mezcla durante unos 10 minutos. Durante este tiempo, verás cómo se forma una capa espumosa en la superficie, lo que indica que la levadura está activa y lista para ser utilizada.

2. Preparar la Masa
Mientras la levadura se activa, combina la harina y la sal en un bol grande. Mezcla bien estos ingredientes secos para que la sal se distribuya uniformemente en la masa. Haz un hueco en el centro de la mezcla de harina, similar a un volcán.

3. Amasar la Masa
Una vez que la levadura esté activada, viértela en el hueco que hiciste en la harina. Comienza a mezclar los ingredientes, primero con una cuchara de madera y luego con las manos, hasta que la masa comience a tomar forma. Incorpora la mantequilla blanda en este punto, amasando la masa hasta que quede suave y elástica. La mantequilla añade riqueza y suavidad a la masa, lo que resultará en un pan especialmente tierno y delicioso.

4. Dejar Reposar
Cuando la masa esté bien amasada y tenga una textura suave, cubre el bol con un paño limpio o un film transparente y déjala reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora. Durante este tiempo, la masa debería duplicar su tamaño, lo que es una señal de que la levadura ha hecho su trabajo.

5. Formar los Panecillos
Después de que la masa haya reposado, divídela en porciones iguales. Puedes hacer bolas de masa de tamaño pequeño o mediano, dependiendo de cómo prefieras los panecillos. Dale forma de rollos a cada porción, asegurándote de que estén bien formados para que se cocinen uniformemente.

6. Cocinar en la Estufa
Calienta una sartén antiadherente a fuego medio. No necesitas engrasar la sartén, ya que la masa ya contiene suficiente mantequilla para evitar que se pegue. Coloca los panecillos en la sartén caliente y cocina cada lado durante unos minutos hasta que estén dorados. Puedes tapar la sartén para crear un ambiente más cálido y ayudar a que los panecillos se cocinen por dentro sin quemarse por fuera. Dale la vuelta a los panecillos y cocina el otro lado hasta que también esté dorado.

7. Servir y Disfrutar
Una vez que los panecillos estén cocidos y dorados por ambos lados, retíralos de la sartén y colócalos en una rejilla para que se enfríen ligeramente. Puedes disfrutarlos calientes, acompañados de mantequilla, mermelada o incluso solos, ya que su sabor es irresistible.

Consejos y Conclusión

Para darle un toque especial a tus panecillos de leche, puedes añadir un poco de ralladura de limón o naranja a la masa, lo que les dará un aroma cítrico y fresco. También puedes espolvorear un poco de azúcar por encima antes de cocinarlos para que tengan una capa crujiente y dulce que contraste con la suavidad del interior.

El pan de leche hecho en estufa es una opción fantástica para aquellos que buscan una receta fácil, rápida y deliciosa. No solo es ideal para quienes no tienen horno, sino también para quienes quieren experimentar una forma diferente de hacer pan. La combinación de la leche, la mantequilla y el azúcar crea un pan suave, esponjoso y lleno de sabor, perfecto para disfrutar en cualquier momento del día. Con esta receta, podrás preparar panecillos caseros que seguramente se convertirán en un favorito en tu hogar. ¡Anímate a probarla y disfruta de la magia del pan casero hecho en sartén!