Esta tarta de albaricoques es una delicia ligera y afrutada, perfecta para disfrutar en cualquier momento del día. La base, hecha con galletas María o integrales, se combina con una mezcla suave de huevos y leche, mientras que los albaricoques aportan un toque de frescura y dulzura natural. La tarta se sirve con una deliciosa salsa de cerezas que añade un contraste perfecto de sabor y color. Es un postre ideal para el verano, cuando los albaricoques y las cerezas están en su mejor momento
Prepara la salsa de cerezas:
Lava bien las cerezas y ponlas en un cazo junto con 100 ml de agua y los 100 gramos de azúcar moreno.
Cocina a fuego suave durante 4 minutos, removiendo ocasionalmente para que no se pegue.
Deshuesa las cerezas y tritura la pulpa. Luego, pásala por un chino o colador fino para obtener una salsa suave.
Cubre la salsa y déjala reposar en la nevera mientras preparas la tarta.
Prepara los albaricoques:
Lava y seca los albaricoques, córtalos por la mitad y retira los huesos.
Trocea los albaricoques en pedazos pequeños y colócalos en un cazo con 2 cucharadas de agua.
Tapa el cazo y cocina a fuego medio durante 5 minutos, hasta que los albaricoques estén tiernos. Retíralos del fuego y déjalos enfriar.
Prepara la mezcla para la tarta:
Tritura las galletas María o integrales hasta que estén finamente molidas. Reserva una cucharada de las galletas trituradas para espolvorear después.
En un bol grande, casca los 4 huevos y bátelos junto con los 90 gramos de azúcar moreno hasta que la mezcla esté espumosa y ligeramente blanqueada.
Añade la leche en un hilo, removiendo constantemente para que se mezcle bien con los huevos y el azúcar.
Agrega las galletas trituradas y el ½ sobre de levadura en polvo. Mezcla bien hasta obtener una masa homogénea.
Montar y hornear la tarta:
Precalienta el horno a 180°C.
Engrasa un molde para tarta con mantequilla y espolvorea la cucharada de galletas trituradas reservada por encima.
Vierte la mezcla de la tarta en el molde y distribuye los trozos de albaricoque cocidos por encima.
Hornea la tarta en el horno precalentado durante 30-35 minutos, o hasta que esté dorada y firme al tacto.
Una vez lista, saca la tarta del horno y déjala enfriar antes de desmoldar.
Servir:
Corta la tarta en porciones y sírvela con la salsa de cerezas fría por encima. Puedes decorar con algunas cerezas frescas o albaricoques adicionales si lo deseas.
Sugerencia adicional:
Si prefieres un toque extra de sabor, puedes añadir un poco de ralladura de limón o de naranja a la mezcla de la tarta. Esto realzará el sabor afrutado de los albaricoques y le dará una nota cítrica fresca. Además, si te gusta el contraste de texturas, puedes espolvorear la tarta con almendras laminadas antes de hornearla.
Conclusión:
Esta tarta de albaricoques con salsa de cerezas es una opción deliciosa y elegante para cualquier ocasión. Su preparación es sencilla y el resultado final es un postre ligero y lleno de sabor que encantará a todos. La combinación de los albaricoques jugosos con la salsa de cerezas ligeramente ácida y dulce es simplemente irresistible. ¡Anímate a prepararla y disfruta de un postre que seguramente se convertirá en un favorito en tu hogar!