Los muslos de pollo asado son una de esas recetas clásicas que nunca pasan de moda. Su preparación es sencilla, pero el resultado es un plato delicioso y lleno de sabor que agrada a toda la familia. Además, el pollo asado es versátil, ya que se puede acompañar con una gran variedad de guarniciones, como papas, ensaladas o verduras al vapor, lo que lo convierte en una opción ideal para cualquier ocasión, ya sea una comida diaria o una cena especial. En esta receta, los muslos de pollo se cocinan lentamente, permitiendo que la piel quede crujiente mientras que la carne se mantiene jugosa y tierna por dentro. El secreto de este plato reside en el equilibrio perfecto entre las especias y el tiempo de cocción.
Preparar los muslos de pollo: Comienza lavando bien los muslos de pollo y secándolos con papel de cocina. Esto es importante para que la piel quede crujiente durante el horneado.
Marinada aromática: En un mortero o en un bol, machaca los dientes de ajo con una pizca de sal. Añade el aceite de oliva, el pimentón dulce, el orégano, el tomillo, el jugo de un limón y mezcla bien. Esta combinación de especias le dará un sabor intenso y delicioso al pollo.
Marinar el pollo: Unta los muslos de pollo con esta mezcla, asegurándote de cubrir bien toda la superficie. Deja reposar los muslos en la nevera durante al menos 30 minutos para que absorban los sabores. Si tienes más tiempo, déjalos marinar durante unas horas o incluso toda la noche para obtener un resultado más sabroso.
Horneado perfecto: Precalienta el horno a 200°C (390°F). Coloca los muslos de pollo en una bandeja para hornear y añade el vaso de vino blanco o caldo de pollo. Este líquido ayudará a mantener la humedad de la carne y le dará un sabor extra. Hornea durante 35-40 minutos, rociando ocasionalmente el pollo con sus propios jugos para asegurar que quede jugoso por dentro y dorado por fuera.
Toque final: Para un acabado perfecto, sube la temperatura del horno a 220°C (428°F) durante los últimos 5 minutos de cocción, lo que ayudará a que la piel del pollo quede aún más crujiente.
Si deseas agregar un toque especial a tus muslos de pollo asado, prueba con diferentes especias y hierbas según tus gustos. Por ejemplo, el romero fresco y una pizca de comino pueden darle un toque mediterráneo a la receta. Además, puedes incorporar papas o zanahorias en la bandeja junto con el pollo para que se cocinen en los jugos del asado, creando una guarnición deliciosa y llena de sabor.
Los muslos de pollo asado son un plato que destaca por su sencillez y su increíble sabor. Con una buena marinada y el tiempo de cocción adecuado, lograrás un resultado jugoso y crujiente que conquistará a todos en la mesa. Este plato no solo es delicioso, sino que también es económico y fácil de preparar, lo que lo convierte en una opción perfecta para disfrutar en familia o con amigos. Sirve los muslos de pollo acompañados de una ensalada fresca o de unas papas al horno para una comida completa y equilibrada. Además, puedes experimentar con los ingredientes y personalizar la receta según tus preferencias, asegurando que cada vez que prepares este plato, sea una experiencia deliciosa e inolvidable.