El queso cremoso casero es una opción deliciosa y versátil, perfecta para quienes disfrutan de alimentos frescos y naturales. Hacerlo en casa no solo es una experiencia gratificante, sino también una manera de controlar los ingredientes y evitar conservantes innecesarios. Además, es una opción más económica que comprar quesos procesados. En esta receta, con tan solo tres ingredientes básicos y un procedimiento sencillo, podrás disfrutar de un queso suave, perfecto para untar, acompañar ensaladas o servir en desayunos y meriendas.
Calentar la leche: En una cacerola grande, vierte el litro de leche entera y caliéntalo a fuego medio-alto. Remueve ocasionalmente para evitar que se pegue en el fondo.
Añadir el ácido: Cuando la leche esté a punto de hervir, apaga el fuego y añade las 2 cucharadas de vinagre blanco o jugo de limón. Remueve suavemente hasta que veas que la leche comienza a separarse en pequeños grumos (la cuajada) y suero.
Colar el queso: Deja reposar la mezcla durante 5 minutos. Luego, utilizando un colador fino o una gasa, cuela la mezcla para separar la cuajada del suero. Si quieres un queso más cremoso, puedes reservar un poco del suero para mezclarlo después.
Sal y textura: Una vez colada la cuajada, transfiere el queso a un bol. Añade una pizca de sal al gusto si lo deseas y mezcla bien. Si prefieres una textura más suave, puedes batir la cuajada con un tenedor o incluso con una batidora.
Listo para servir: ¡Tu queso está listo! Puedes disfrutarlo de inmediato o refrigerarlo para servirlo frío.
Textura: Si prefieres un queso más suave y cremoso, no coles todo el suero; guarda un poco y mézclalo de nuevo con la cuajada para ajustar la textura.
Aromatizantes: Puedes darle un toque diferente añadiendo hierbas frescas como perejil, cebollino o eneldo a la mezcla final. También es delicioso con un chorrito de aceite de oliva y un poco de pimienta negra recién molida.
Variedades de leche: Si lo prefieres, puedes usar leche de cabra o leche vegetal (como leche de almendra o soya), aunque el proceso puede variar ligeramente en cuanto a la cantidad de cuajada.
Conservación: El queso casero puede durar en el refrigerador de 3 a 5 días en un recipiente hermético.
Hacer queso cremoso en casa es una excelente manera de disfrutar de un producto fresco, económico y libre de aditivos. La receta es extremadamente sencilla y adaptable, permitiéndote ajustar la textura y el sabor a tu gusto. Con tan solo leche, vinagre o jugo de limón y una pizca de sal, puedes crear un queso delicioso en minutos, ideal para acompañar todo tipo de platos o disfrutarlo solo.