Descripción

Imagina este escenario: un domingo por la tarde, el aroma de la ternera asada envolviendo tu casa, risas y charlas familiares, y una mesa llena de platos deliciosos. La ternera asada no es solo un plato; es una experiencia que reúne a las personas para disfrutar de un momento especial. Esta receta destaca por su sencillez y profundidad de sabores, lo que la convierte en la opción ideal para una comida dominical.

La ternera, proveniente de uno de los cortes más jugosos y tiernos del animal, se complementa perfectamente con una variedad de verduras y hierbas que resaltan su sabor. La técnica de asado lenta permite que la carne absorba todos los jugos y aderezos, y al final, lo que obtendrás será un plato que te hará sentir como un chef en la comodidad de tu hogar.

Este plato es ideal para aquellos que desean impresionar a sus seres queridos sin complicarse demasiado en la cocina. La ternera asada no solo es un deleite para los sentidos, sino que también está llena de recuerdos familiares y tradiciones. Perfecta para cualquier comida festiva o simplemente para disfrutar un domingo cualquiera, esta receta promete ser un éxito en tu mesa.

Ingredientes

• Para este delicioso asado de ternera, necesitarás los siguientes ingredientes:
• - 1 kg de riñón de nuez o de ternera
• - 1 zanahoria
• - 1 cebolla
• - 1 tallo de apio
• - 1 diente de ajo
• - 1 copa de vino blanco
• - Agua (al gusto)
• - Hierbas aromáticas (al gusto)
• - Sal (al gusto)
• - Aceite de oliva virgen extra (al gusto)
• Es importante mencionar que, si no encuentras riñón de nuez, puedes optar por otros cortes de carne de ternera como el lomo o el cuadril. Estos también ofrecen una textura y sabor maravillosos para el asado. Además, puedes personalizar las hierbas según tus preferencias; el romero, el tomillo y el laurel son excelentes opciones que aportan un toque especial al plato.

Modo de preparación

Modo de preparación:

La preparación de la ternera asada es un proceso que merece tiempo y atención, pero el resultado definitivamente vale la pena. Comienza seleccionando un buen trozo de ternera, preferiblemente un corte que sea jugoso y tierno. Para darle una textura aún más exquisita, asegúrate de quitar los tejidos conjuntivos que pueden resultar duros al masticar. Con un cuchillo afilado, realiza este procedimiento con cuidado para no dañar la carne.

Es el momento de atar la carne para que mantenga su forma durante el proceso de cocción. Toma hilo de cocina y, con una mano, coloca el hilo por debajo de la pieza de carne en el centro, dejando unos centímetros de hebra fuera. Este detalle es clave para que el asado conserve su forma y evite que se desmenuce durante la cocción. Luego, comienza a crear un lazo que pasa por encima de la carne y por debajo nuevamente, apretándolo bien.

Repite este proceso a intervalos regulares a lo largo de toda la pieza de carne, alternando la dirección del hilo para un mejor soporte. Una vez que termines, asegúrate de atar firmemente el hilo y corta el sobrante con unas tijeras. Ahora la carne está lista y perfectamente atada, ideal para recibir todo el sabor de los ingredientes.

A continuación, es momento de aliñar la carne. Espolvorea abundante sal sobre la superficie del asado, ya que esto es crucial para potenciar su sabor durante la cocción. En una sartén grande, añade un chorro de aceite de oliva virgen extra y lleva a fuego medio. Agrega la zanahoria, la cebolla, el apio y el ajo, todos cortados en trozos medianos. Sofríe todos los vegetales juntos hasta que estén dorados y fragantes, lo cual debería tomar unos minutos.

Esta mezcla de verduras servirá como base de sabor para la carne. Luego, es hora de añadir las hierbas aromáticas. Puedes usar un pequeño manojo de romero fresco o tal vez un poco de tomillo seco; lo que prefieras. Revuelve bien los ingredientes en la sartén para asegurarte de que las hierbas se integren a la perfección con los vegetales.

Una vez que los vegetales estén listos, añade el asado directamente a la sartén y dorar bien por todos sus lados. Este paso es fundamental, ya que el dorado no solo agrega una hermosa capa de sabor al exterior, sino que también forma una costra que ayudará a mantener los jugos en el interior de la carne. Cuando veas que el asado tiene un color dorado atractivo, es el momento de desglasear la sartén con una copa de vino blanco. Este proceso consiste en raspar el fondo de la sartén para liberar esos ricos sabores que quedan adheridos en la superficie.

A continuación, llena la sartén con agua hasta que apenas cubra la carne y tapa con una tapa bien ajustada. Cocina a fuego bajo durante aproximadamente 20 minutos. Este tiempo puede variar dependiendo del grosor de la carne, así que asegúrate de verificar que esté bien cocida pero aún jugosa. La carne estará lista cuando se desmenuce fácilmente.

Una vez que el asado ha alcanzado su punto perfecto, retíralo cuidadosamente de la sartén y colócalo en una tabla de cortar. Con la ayuda de un batidor o un triturador de papas, mezcla los jugos de cocción en la sartén para crear una salsa deliciosa. Si deseas, puedes colar la salsa para eliminar cualquier trocito de verdura que no desees en la presentación final.

Ahora llega un momento clave: el corte de la carne. Utiliza un cuchillo bien afilado para cortar el asado en rodajas del grosor que prefieras. La clave aquí es mantener la carne jugosa, así que hazlo con cuidado. Sírvela caliente, acompañada de las verduras y la salsa que acabas de preparar. Este plato es perfecto para presentar con unas patatas asadas al lado, que complementarán de manera ideal cada bocado.

Consejos y Conclusión

Consejo:

Para los que aman experimentar, aquí hay un consejo extra: acompaña tu ternera asada con una guarnición de un puré de patatas cremoso y espinacas salteadas. Esto no solo agrega colores vibrantes al plato, sino que también ofrece una variedad de texturas que harán que cada bocado sea único. Además, si te sobran algunas porciones, no dudes en guardar la carne y los jugos en un recipiente hermético en la nevera. Así podrás disfrutar de un espectacular sándwich de ternera asada al día siguiente o recalentarla para otra deliciosa comida.

Conclusión:

Preparar una ternera asada es, sin duda, una forma hermosa de disfrutar de una comida en familia. No solo te permite explorar tu creatividad en la cocina, sino que también crea momentos memorables alrededor de la mesa, llenos de risas y conversación. El resultado es una carne jugosa y llena de sabor, que seguramente será el centro de atención de cualquier comida.

Además, si te ha gustado esta receta, te invitamos a explorar más opciones en nuestro sitio. Desde guarniciones que complementan este plato hasta deliciosos postres que cerrarían la comida con broche de oro, hay un sinfín de recetas esperando ser descubiertas. Así que no te detengas aquí, comparte tu versión de la ternera asada y sigue navegando por nuestras páginas para seguir disfrutando de la buena cocina. ¡Buen provecho!