El hígado es una proteína rica en hierro y llena de nutrientes esenciales, muchas veces subestimada en la cocina. En esta receta, transformamos este poderoso ingrediente en un plato delicioso y nutritivo, combinando la suavidad del queso mozzarella con la textura crujiente de la zanahoria rallada y el sabor fuerte del hígado. Es una preparación simple, rápida y muy sabrosa, perfecta para una comida nutritiva y práctica. Vamos a destacar la combinación de especias que elevan los sabores y aportan un toque especial al plato. ¡Sigue este paso a paso y prepárate para sorprenderte con el resultado!
Comienza preparando el hígado. Coloca los 500g de hígado en una olla con 500 ml de agua hirviendo y cocina durante unos 5 minutos. Este proceso ayuda a ablandar el hígado y reducir su sabor intenso, haciéndolo más suave al paladar
Mientras se cocina el hígado, prepara los huevos cocidos. Pélalos y córtalos por la mitad. Reserva
Una vez que el hígado esté cocido, retíralo del agua y córtalo por la mitad. Esto ayudará a que absorba mejor los condimentos durante el resto de la preparación
Ahora, en una sartén grande, calienta un chorrito de aceite de oliva. El aceite ayudará a saltear los ingredientes e intensificar los sabores
Añade la cebolla picada a la sartén y sofríe durante unos 2 minutos, o hasta que empiece a ponerse translúcida. La cebolla aportará un sabor dulce al plato, que contrasta bien con el hígado
A continuación, agrega la zanahoria rallada a la sartén y sofríe por otros 2 minutos. La zanahoria aportará una textura crujiente y una ligera dulzura a la receta, equilibrando los sabores más fuertes del hígado
Para darle un toque extra de sabor, añade dos cucharadas de salsa de soja sobre la mezcla de zanahoria y cebolla. La salsa de soja agregará un sabor salado y rico en umami al plato
En un recipiente aparte, rompe los dos huevos crudos y bátelos bien con un batidor o un tenedor hasta que se tornen ligeramente espumosos.
Añade una buena cantidad de perejil fresco picado a los huevos batidos. El perejil aportará frescura y color al plato, además de un sabor herbáceo ligero
Coloca las mitades de los huevos cocidos en la mezcla de huevos batidos con perejil. Esto crea una base que unirá los ingredientes durante la cocción
Ahora, añade las mitades de hígado cocido a la mezcla de huevos y perejil, removiendo con cuidado para que el hígado absorba los sabores
Agrega las zanahorias y cebollas salteadas al bol con el hígado y los huevos, mezclando todo con cuidado. Esta combinación proporcionará una explosión de sabores y texturas
Luego, añade ½ taza de harina de arroz a la mezcla. La harina de arroz ayudará a dar una textura suave al plato y también añadirá un toque crujiente cuando se cocine
Condimenta con sal, pimienta y pimentón al gusto. El pimentón, en particular, aportará un toque ahumado y ligeramente picante, realzando el sabor del hígado
Transfiere la mezcla a la sartén, esparciéndola uniformemente. Tapa la sartén y deja cocinar a fuego medio durante unos 7 minutos. Esto garantizará que los huevos cuajen y que todos los sabores se unan de manera armoniosa
Después de este tiempo, espolvorea los 400g de queso mozzarella rallado por encima de la mezcla. Tapa de nuevo y deja cocinar unos minutos más, hasta que el queso se derrita completamente y forme una capa cremosa y dorada sobre el plato
¡Listo! Sirve caliente y disfruta de esta deliciosa combinación de hígado tierno, huevos cremosos y queso derretido
Consejo Extra:
Para dar un toque aún más especial a tu plato, prueba utilizar una mezcla de quesos. Además de la mozzarella, añade un poco de queso parmesano rallado. El parmesano aportará un sabor más intenso y una textura crujiente irresistible cuando se gratine. Otra opción es añadir hierbas frescas como tomillo u orégano al salteado para realzar los sabores.
Conclusión:
Esta receta de hígado salteado con queso es perfecta para quienes buscan una comida rica en nutrientes, pero llena de sabor. El hígado, que muchas veces es subestimado, aquí se convierte en la estrella, acompañado por ingredientes simples y accesibles. El queso derretido y los huevos aportan cremosidad, mientras que la zanahoria y la salsa de soja aseguran un toque especial. Ya sea para el almuerzo o la cena, este plato te sorprenderá por su facilidad de preparación y su sabor intenso.