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Como hacer rosca dulce de panadería ¡No necesita amasar!

Como hacer rosca dulce de panadería ¡No necesita amasar!

Descripción

Imagínate una tarde tranquila, con el agradable aroma de un dulce recién horneado llenando tu hogar. La rosca dulce de panadería es una delicia que evoca tradiciones y momentos compartidos en familia. Su textura suave y esponjosa, perfecta para acompañar un café o un chocolate caliente, la convierte en el postre ideal para cualquier ocasión. Esta receta no solo destaca por su sencillez, ya que no requiere amasado, sino también por su versatilidad: puedes personalizarla con diferentes coberturas o ingredientes adicionales. Así que si te preguntas cómo hacer esta deliciosa rosca, prepárate para disfrutar de una experiencia única que te llevará a la infancia, a esos momentos llenos de calor y dulzura.

Ingredientes

Modo de preparación

Modo de preparación:
Comencemos con la magia de crear esta rosca dulce. Primero, en un bol grande, vierte los 200 ml de agua tibia. Es importante que el agua esté tibia, ya que caliente en exceso puede matar a la levadura. Agrega los 10 g de levadura seca y las 2 cucharadas de azúcar. Mezcla suavemente con una cuchara o batidor manual hasta que la levadura y el azúcar se disuelvan completamente en el agua.

Una vez que los ingredientes líquidos estén bien combinados, añade a la mezcla 1 cucharada de manteca sin sal y 1 cucharada de sal. La manteca aportará una suavidad encantadora a la masa. Mezcla todo hasta que obtengas una mezcla homogénea.

Ahora es el momento de incorporar la harina. Agrega las 2 tazas de harina de trigo a la mezcla, poco a poco. Puedes hacerlo en tres partes para asegurarte de que la harina se integre bien. Con una espátula o cuchara de madera, comienza a mezclar hasta que todos los ingredientes estén bien combinados. No te preocupes si la masa se siente algo pegajosa, ¡esto es parte del proceso!

Una vez que sientas que no hay restos de harina en el bol, cubre la masa con un paño limpio o papel film. Déjala reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que triplique su tamaño. Este proceso de fermentación es crucial, ya que permitirá que la levadura haga su magia y le dará esa textura esponjosa característica.

Cuando la masa haya levado adecuadamente, es el momento de darle forma. Espolvorea un poco de harina en la superficie de trabajo y vuelca la masa. No hay necesidad de amasar, simplemente utiliza tus manos enharinadas para dar forma a la masa. Puedes hacer porciones para crear pequeñas roscas individuales o formar una grande, según prefieras. Si la masa sigue un poco pegajosa, no dudes en engrasar tus manos con un poco de aceite.

Una vez formadas las roscas, colócalas cuidadosamente en una sartén antiadherente. Es recomendable utilizar una sartén con tapa, ya que esto permitirá una cocción uniforme. Cubre nuevamente las roscas con un paño y déjalas reposar por unos 40 minutos. Durante este tiempo, las roscas seguirán creciendo y se volverán aún más esponjosas.

Después de este segundo reposo, enciende el fuego a temperatura baja y coloca la sartén en la estufa. Cocina las roscas tapadas durante unos 10 minutos. Es clave mantener el fuego bajo para que se cocinen lentamente por dentro sin quemarse por fuera.

Transcurrido ese tiempo, retira la tapa y coloca un rectángulo de papel manteca sobre las roscas con mucho cuidado. Con ayuda de un plato grande o una tapa, invierte las roscas. Esto sellará el vapor y asegurará que la parte inferior de la rosca quede igualmente dorada. Cocina durante otros 10 minutos a fuego bajo.

Una vez que el tiempo haya transcurrido, retira las roscas de la sartén y colócalas sobre un plato. Es el momento de la verdad y de la decoración. ¡Aquí es donde la miel de la vida entra en juego! Pincela generosamente toda la superficie de las roscas con leche condensada. La dulzura y cremosa de la leche condensada complementará a la perfección la esponjosidad de la rosca, llevando cada bocado a un nivel de placer celestial.

Consejos y Conclusión

Consejo:
Si deseas organizar un evento especial o simplemente sorprender a tu familia en una tarde cualquiera, considera acompañar tu rosca dulce con un delicioso café o una taza de chocolate caliente. También puedes espolvorear un poco de canela o decorar con frutos secos triturados sobre la leche condensada para añadir un toque crujiente y contrastante.

Si te sobra masa, puedes refrigerarla o congelarla para hacer otra rosca más tarde. Simplemente asegúrate de envolverla adecuadamente para evitar que se seque. Así tendrás una deliciosa sorpresa lista en tu nevera para cuando te apetezca.

Conclusión:
Preparar una rosca dulce de panadería es muchísimo más sencillo de lo que parece y no requiere habilidades avanzadas de repostería. La experiencia de ver cómo la masa crece y se transforma es gratificante, y el resultado final es una deliciosa y esponjosa rosca que hará que todos pidan más. Atrévete a experimentar con diferentes ingredientes y coberturas para hacerla única y memorable. Te invitamos a que compartas tu experiencia y tus variaciones con nosotros y a que navegues por otras recetas maravillosas que tenemos en el sitio. Dale un toque dulce a tus días con esta receta sencilla y deliciosa. ¡Buen provecho!

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