La Pasta de Tomate Hecha en Casa es mucho más que un ingrediente básico: es una auténtica joya culinaria que aporta sabor, frescura y versatilidad a tus platos. Hacer tu propia pasta de tomate no solo te permite controlar la calidad y frescura de los ingredientes, sino también personalizar el sabor a tu gusto.
Ideal para salsas, sopas, guisos y pizzas, esta pasta de tomate es un imprescindible en cualquier cocina. Con unos pocos pasos y un poco de tiempo, puedes llenar tu despensa con tarros de esta deliciosa preparación, lista para dar un toque casero a tus recetas favoritas.
Preparar los tomates:
Lava bien los tomates y córtalos en cuartos. Si prefieres una pasta más suave, puedes pelarlos. Haz una pequeña incisión en la base de cada tomate y colócalos en agua hirviendo durante 30 segundos. Luego pásalos a agua helada; la piel se desprenderá fácilmente.
Cocinar los tomates:
Coloca los tomates en una olla grande a fuego medio y cocina durante 30-40 minutos, revolviendo de vez en cuando. A medida que se cocinan, los tomates se ablandarán y soltarán su jugo. Añade la hoja de laurel y el azúcar para equilibrar el sabor. La sal ayudará a reducir la acidez natural.
Triturar y colar:
Retira la hoja de laurel y tritura los tomates con una batidora de mano o en una licuadora hasta obtener una textura homogénea. Si prefieres una pasta más fina, pasa la mezcla por un colador o tamiz para eliminar las semillas y la piel restante.
Reducir la mezcla:
Regresa la mezcla triturada a la olla y cocina a fuego medio-bajo durante 45-60 minutos, removiendo frecuentemente para evitar que se queme. La pasta de tomate debe reducirse y espesarse. Si se espesa demasiado, añade un poco de agua o caldo de verduras para ajustar la textura.
Agregar el aceite y el limón:
Añade el aceite de oliva para una textura más sedosa y el jugo de limón para preservar el color rojo brillante. Esto también mejora la conservación.
Conservar en tarros:
Asegúrate de esterilizar bien los tarros de vidrio. Una vez que la pasta de tomate tenga la consistencia deseada, viértela caliente en los tarros, dejando un pequeño espacio en la parte superior. Cierra bien con las tapas.
Sellado al vacío:
Para un mejor almacenamiento, sella los tarros al vacío hirviéndolos en una olla grande con agua durante 10-15 minutos. Deja que se enfríen completamente antes de almacenarlos en un lugar fresco y oscuro.
Sabores adicionales: Puedes enriquecer la pasta de tomate agregando hierbas frescas como albahaca, orégano o tomillo durante la cocción.
Pasta espesa: Si prefieres una pasta más concentrada, cocina la mezcla más tiempo hasta alcanzar la textura deseada.
Usos: Esta pasta es ideal para preparar salsas para pasta, bases para pizza, guisos y sopas.
Preparar Pasta de Tomate Hecha en Casa es una forma maravillosa de llevar el sabor casero a tus platos. Además de ser fácil de hacer, su versatilidad y sabor fresco la convierten en un elemento esencial en cualquier cocina.
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