Prepárate para disfrutar de unas costillas de cerdo tiernas y jugosas, cubiertas con una salsa especial que equilibra un sabor dulce y ácido. Esta receta ofrece la armonía perfecta de especias e ingredientes para crear una carne suave, con una costra exterior ligeramente crujiente. Con ingredientes simples y una preparación fácil, te sorprenderá el sabor de estas costillas, ideales para almuerzos familiares o cenas informales con amigos.
Comienza cortando las costillas de cerdo en tiras, asegurándote de que sean uniformes en tamaño para una cocción homogénea. Esto también ayuda a que el condimento se distribuya uniformemente en la carne.
En una sartén grande, calienta un chorrito de aceite de oliva a fuego medio-alto. El aceite ayudará a sellar la carne, manteniendo los jugos y creando una costra dorada y sabrosa.
Coloca las tiras de costillas en la sartén, dejando espacio entre ellas para evitar que se amontonen y se cocinen de manera uniforme. Dóralas por cada lado hasta que tengan una costra dorada y ligeramente crujiente.
Mientras las costillas están en la sartén, espolvorea la sal, el ajo en polvo, la cebolla en polvo y la pimienta negra sobre ellas. Estos condimentos realzarán el sabor natural del cerdo y crearán una base deliciosa para el plato.
Continúa girando las costillas mientras se cocinan, asegurándote de que todos los lados se doren y absorban los condimentos. Este proceso debería tomar entre 10 y 15 minutos, dependiendo del grosor de las costillas.
Una vez que las costillas estén bien doradas, retíralas de la sartén y colócalas en un plato. Esto permitirá que los jugos se redistribuyan, manteniendo las costillas jugosas.
En la misma sartén, añade la mantequilla y el ajo triturado. Sofríe hasta que el ajo comience a dorarse ligeramente, liberando su aroma y sabor.
Agrega la pasta de tomate y el vinagre a la sartén, removiendo bien para incorporar estos ingredientes. La acidez del vinagre y la intensidad de la pasta de tomate crean una base equilibrada para la salsa.
Añade la salsa de soja, la mostaza y el azúcar, mezclando bien. Ajusta la sal al gusto, teniendo en cuenta que la salsa de soja ya es salada. Cocina la salsa a fuego bajo durante unos 5 minutos hasta que espese ligeramente.
Coloca la cebolla entera sobre una hoja de papel de aluminio y luego acomoda las costillas cocidas encima de la cebolla. Esto permitirá que la cebolla libere su sabor y aroma, enriqueciendo aún más el plato.
Con una brocha, cubre generosamente las costillas con la salsa, bañando cada pieza con el glaseado dulce y sabroso. Este paso es esencial para que la salsa se impregne en la carne.
Vuelve a poner las costillas en la sartén y cocina por 15 minutos más a fuego bajo. Esto ayudará a caramelizar la salsa en las costillas, creando una capa brillante y sabrosa.
¡Tus deliciosas costillas de cerdo con salsa especial están listas para servir! La cebolla estará tierna y se puede usar como guarnición, o picarla y añadirla a la salsa para intensificar el sabor.
Para que las costillas queden aún más jugosas y llenas de sabor, puedes dejarlas marinando con los condimentos durante unas horas antes de cocinarlas. Esto permite que la carne absorba completamente los sabores, dándote un sabor más intenso. Otra sugerencia es finalizar las costillas en el horno bajo el grill durante unos minutos, añadiendo una textura crujiente irresistible a la capa exterior.
Esta receta de costillas de cerdo es fácil y está llena de sabor. La combinación equilibrada de condimentos y la salsa especial crean un sabor único y delicioso. Ideal para cualquier ocasión, impresiona por su sabor fuerte y textura tierna. La cebolla añade un toque aromático y completa el plato con una bonita presentación. Sirve con arroz blanco, papas asadas o una ensalada fresca. ¡Estas costillas serán un éxito garantizado!