Descripción

Las porras caseras son un clásico indiscutible de la gastronomía española, especialmente en el desayuno o la merienda. Este delicioso manjar, similar a los churros pero con una textura más gruesa y esponjosa, se disfruta tradicionalmente acompañado de una taza de chocolate caliente o un buen café con leche. Prepararlas en casa no solo es fácil, sino que también te permitirá disfrutar de su sabor fresco y auténtico, tal como en las churrerías tradicionales. Ya sea que quieras sorprender a tu familia o revivir recuerdos de desayunos memorables, esta receta es perfecta para cualquier ocasión.

Ingredientes

• 500 g de harina de trigo
• 500 ml de agua tibia
• 10 g de sal
• Aceite de girasol o de oliva suave para freír
• Azúcar al gusto para espolvorear

Modo de preparación

Comienza preparando la masa base, que es simple pero clave para obtener unas porras perfectas. En un bol grande, mezcla la harina con la sal. Poco a poco, añade el agua tibia mientras remueves con una cuchara de madera o espátula. A medida que integras el agua, notarás que la masa se vuelve pegajosa, lo cual es normal. Continúa mezclando hasta obtener una masa homogénea y sin grumos.

Deja reposar la masa durante unos 20 minutos. Este paso permite que los ingredientes se hidraten correctamente, mejorando la textura de las porras.

Mientras la masa reposa, calienta abundante aceite en una sartén profunda o freidora a unos 180 °C. El aceite debe estar bien caliente, pero no humeante, para que las porras queden crujientes por fuera y tiernas por dentro.

Coloca la masa en una manga pastelera con una boquilla grande de estrella. Si no tienes manga pastelera, puedes improvisar usando una bolsa de plástico resistente, cortando una esquina para formar la boquilla.

Con mucho cuidado, comienza a formar las porras directamente en el aceite caliente. Puedes hacerlas en forma de espirales grandes y luego cortarlas en trozos más pequeños al servir, o directamente formar porciones individuales desde el principio. Asegúrate de no llenar demasiado la sartén para evitar que las porras se peguen entre sí y para mantener una temperatura constante del aceite.

Fríe las porras hasta que estén doradas y crujientes por ambos lados, dándoles la vuelta con unas pinzas de cocina o un tenedor largo. Una vez listas, colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.

Espolvorea azúcar al gusto mientras aún están calientes, para que el dulce se adhiera mejor.

Consejos y Conclusión

Para un toque especial, acompaña tus porras con una salsa de chocolate casera. Derrite 200 g de chocolate negro en 200 ml de nata para montar y una cucharadita de mantequilla, removiendo hasta obtener una mezcla suave y brillante. También puedes añadir un toque de canela al azúcar antes de espolvorear para un sabor más cálido y aromático.
Preparar porras caseras es una experiencia que combina tradición, sabor y diversión en la cocina. Este clásico del desayuno es una manera perfecta de comenzar el día con energía o disfrutar de una merienda reconfortante. Ahora que tienes esta receta, explora más opciones deliciosas en nuestro sitio, desde churros hasta otras delicias fritas que puedes preparar en casa. Comparte esta receta con tus seres queridos y crea momentos inolvidables alrededor de la mesa. ¡Buen provecho!