La tarta fría de tres chocolates es un postre emblemático que combina la elegancia de los chocolates blanco, con leche y negro en un solo plato. Este postre no solo es delicioso, sino también un festín visual gracias a sus capas perfectamente definidas. Ideal para reuniones especiales o simplemente para consentirte, esta receta te guiará paso a paso para lograr una textura cremosa y un sabor equilibrado que hará las delicias de todos. ¿Lo mejor? No necesitas horno, por lo que es perfecta para cualquier época del año.
Para comenzar, prepara la base de la tarta. Utiliza un molde desmontable de 23 cm de diámetro. Forra la base con papel de horno; esto facilitará desmoldar la tarta después. Tritura las galletas digestive hasta que queden como un polvo fino. Derrite la mantequilla y mezcla con las galletas trituradas. Vierte esta mezcla en el molde, presionándola uniformemente para formar una base compacta. Refrigera mientras preparas el relleno.
Primera capa: chocolate blanco. Mezcla la nata y la leche en un recipiente grande, obteniendo un total de 1,5 litros de líquido. Separa 500 ml y colócalos en un cazo. Añade el chocolate blanco troceado y un sobre de cuajada. Cocina a fuego medio, removiendo constantemente hasta que la mezcla espese, lo que llevará unos 7-8 minutos. Deja enfriar ligeramente durante 2 minutos y vierte la mezcla sobre la base de galletas. Devuelve el molde al refrigerador mientras preparas la siguiente capa.
Segunda capa: chocolate negro. Usa otros 500 ml de la mezcla de nata y leche. Coloca en un cazo con 75 g de azúcar, el chocolate negro troceado y otro sobre de cuajada. Repite el mismo proceso: cocina a fuego medio, remueve hasta que espese y deja templar. Con cuidado, vierte esta mezcla sobre la capa de chocolate blanco. Para evitar que las capas se mezclen, vierte lentamente sobre una cuchara para distribuir el líquido uniformemente. Refrigera de nuevo.
Tercera capa: chocolate con leche. Usa los últimos 500 ml de la mezcla de nata y leche. Añade 50 g de azúcar, el chocolate con leche y el último sobre de cuajada. Cocina a fuego medio, remueve hasta espesar y deja templar. Vierte sobre la capa de chocolate negro, cuidando de no mezclar las capas.
Una vez que tengas todas las capas montadas, refrigera la tarta por al menos 6 horas, preferiblemente durante toda la noche, para que las capas se solidifiquen completamente.
Decora la tarta justo antes de servir. Usa restos de la base de galletas, virutas de chocolate o chuches de tu preferencia para darle un toque personalizado. Si quieres variar, puedes sustituir el chocolate blanco por chocolate ruby o usar galletas de otro tipo para la base.
La tarta fría de tres chocolates es mucho más que un postre; es una experiencia de sabores y texturas que deleitará a cualquiera que la pruebe. Perfecta para celebraciones o para consentir a los tuyos en cualquier momento. ¡No olvides explorar otras recetas en nuestra página para encontrar más delicias como esta y comparte tus creaciones con nosotros!