El bizcocho de almendras es uno de esos dulces que nunca fallan. Su textura esponjosa, el toque cítrico del limón y la cobertura crujiente de almendras laminadas lo convierten en una verdadera delicia. Es perfecto para acompañar una taza de café, disfrutar en la merienda o sorprender en reuniones familiares. Su preparación es sencilla, pero el resultado es digno de una pastelería. ¿Quieres saber cómo lograr este bizcocho ideal? ¡Vamos a por ello!
Precalienta el horno a 180°C y engrasa un molde (rectangular o redondo) con mantequilla y un poco de harina para evitar que el bizcocho se pegue.
En un bol grande, bate los huevos con el azúcar hasta que la mezcla esté espumosa y de color pálido. Esto ayudará a que el bizcocho quede esponjoso. Añade la leche, el aceite de girasol y la ralladura de limón. Mezcla bien hasta que los ingredientes líquidos estén completamente integrados.
Tamiza la harina junto con la levadura química e incorpórala a la mezcla líquida. Remueve con movimientos envolventes para conservar el aire en la masa y evitar que pierda volumen. Añade la almendra molida y mezcla suavemente hasta obtener una masa homogénea y sin grumos.
Vierte la masa en el molde engrasado y nivélala con una espátula. Espolvorea generosamente las almendras laminadas por encima para crear esa deliciosa capa crujiente.
Hornea durante 40-45 minutos a 180°C o hasta que, al insertar un palillo en el centro, este salga limpio. Si observas que las almendras se doran demasiado rápido, cúbrelo con papel de aluminio durante los últimos 10 minutos de cocción para evitar que se quemen.
Saca el bizcocho del horno y déjalo reposar en el molde durante 10 minutos. Luego, desmóldalo con cuidado y colócalo sobre una rejilla para que se enfríe completamente antes de cortarlo.
Para darle un toque más especial:
Añade un chorrito de licor de almendra (Amaretto) a la masa para un sabor más profundo y aromático.
Si quieres más textura, incorpora trocitos de almendra directamente en la mezcla antes de hornear.
Para un bizcocho más húmedo, puedes bañarlo ligeramente con un almíbar de limón una vez fuera del horno.
Este Bizcocho de Almendras Esponjoso y Crujiente es la combinación perfecta entre suavidad y textura. Cada bocado está lleno de sabor a almendra con un toque fresco de limón y la irresistible cobertura crujiente. Disfrútalo con una taza de café, té o un buen chocolate caliente.
Si te ha gustado esta receta, te invitamos a explorar más opciones de bizcochos y dulces caseros aquí en el sitio. ¡Comparte esta delicia con tus amigos y sorpréndelos con tus habilidades reposteras!