El Yogurt Griego Casero es una opción natural y saludable, con una textura más densa y cremosa que el yogurt tradicional. Perfecto para disfrutar en el desayuno o como snack, acompañado de miel, muesli o frutas frescas. Aunque requiere algo de tiempo, el resultado es más fresco y sabroso que cualquier yogurt envasado. ¡Anímate a probarlo!
Para comenzar, mezcla bien la leche entera, el yogurt natural y la nata líquida en un bol hasta que estén completamente integrados. Si tienes una yogurtera, vierte la mezcla en los vasos de la yogurtera y déjala actuar durante 10 horas. Es una buena idea hacerlo por la noche para que esté listo por la mañana.
Si no dispones de yogurtera, puedes calentar la mezcla a unos 45°C y mantenerla en un lugar cálido, como el horno apagado con la luz encendida. Cubre el recipiente con una manta para conservar el calor y déjalo reposar el mismo tiempo.
Cuando el yogurt esté listo, coloca un colador grande sobre un recipiente profundo. Forra el colador con un filtro de café, una gasa o una tela porosa limpia. Vierte el yogurt sobre el filtro y deja que repose en la nevera durante unas 4 horas. Este proceso separará el suero, haciendo que el yogurt se vuelva más denso y obtenga la clásica textura del yogurt griego.
Una vez que el suero se haya filtrado por completo, transfiere el yogurt griego a frascos de cristal o un recipiente hermético. Guárdalo en la nevera y sírvelo bien frío.
Puedes disfrutarlo solo o acompañarlo con miel, frutas frescas, mermeladas caseras o frutos secos para un desayuno o snack saludable y delicioso.
Textura aún más densa: Deja el yogurt filtrando por más tiempo, incluso durante toda la noche, para obtener una consistencia tipo queso crema.
Varía el sabor: Añade esencia de vainilla, canela o ralladura de limón durante la preparación para darle un toque aromático.
Duración: El yogurt griego casero se conserva en la nevera hasta 5 días en un recipiente hermético.
Hacer Yogurt Griego Casero es una experiencia deliciosa y saludable. Aunque lleva algo de tiempo, el esfuerzo vale la pena. El resultado es un yogurt cremoso y personalizable, perfecto para un desayuno nutritivo o un snack refrescante. ¡Prueba esta receta y disfruta de todo su sabor casero!