Si hay una receta que logra el equilibrio perfecto entre sabor, nutrición y facilidad de preparación, es el budín de acelga. Este plato, además de ser económico y rendidor, es ideal para aprovechar al máximo los beneficios de esta verdura de hoja verde, rica en vitaminas y minerales.
El budín de acelga es una opción saludable y versátil, perfecta tanto como plato principal acompañado de una ensalada fresca como guarnición para carnes y pescados. Su textura es suave, su sabor equilibrado y, lo mejor de todo, se puede personalizar con diferentes ingredientes para adaptarlo a los gustos de toda la familia. En esta receta, te enseñaremos a prepararlo de manera sencilla, con consejos para que quede bien esponjoso y sabroso.
Preparación de la acelga
Lava bien las hojas de acelga y separa los tallos más gruesos. En una olla con agua hirviendo y una pizca de sal, agrega el bicarbonato de sodio para preservar el color verde intenso. Cocina las hojas durante 2 a 3 minutos hasta que estén tiernas. Luego, escúrrelas bien, presiona para eliminar el exceso de agua y pícalas finamente.
Sofrito aromático
Pica finamente la cebolla y el ajo. En una sartén con manteca o aceite de oliva, rehoga la cebolla hasta que esté transparente. Agrega el ajo y cocina unos segundos más hasta que desprenda su aroma característico.
Mezcla de la masa
En un bol grande, bate los huevos con la leche. Incorpora la harina, el pan rallado y el queso rallado, mezclando bien. Luego, añade la acelga picada, el sofrito de cebolla y ajo, sal, pimienta y nuez moscada (si deseas). Mezcla hasta obtener una preparación homogénea.
Horneado perfecto
Precalienta el horno a 180°C. Engrasa y enharina un molde tipo budinera o una fuente rectangular. Vierte la mezcla en el molde y, si lo deseas, agrega cubitos de queso en su interior para una textura más cremosa. Hornea durante 35-40 minutos o hasta que, al insertar un palillo, salga limpio.
Servir y disfrutar
Una vez que el budín esté listo, deja enfriar unos minutos antes de desmoldarlo. Se puede servir tibio o frío, acompañado de una ensalada fresca o una salsa de yogur y hierbas. Este budín es perfecto para almuerzos livianos, cenas saludables o incluso como snack salado.
Para una versión más liviana, sustituye la leche por caldo de verduras y reduce la cantidad de queso.
Si prefieres un budín más cremoso, agrega un poco de ricota o queso crema a la mezcla.
Para una opción sin gluten, reemplaza la harina común por harina de maíz o de arroz.
El budín de acelga es una receta sencilla, deliciosa y nutritiva, perfecta para cualquier ocasión. Anímate a prepararlo y personalizarlo según tus gustos. ¡Comparte esta receta con familiares y amigos, y sigue explorando más opciones saludables en nuestra página!