Descripción

¿Quién puede resistirse a una empanada recién salida del horno, dorada y crujiente por fuera, y rellena de sabores que despiertan los sentidos? Las empanadas son un clásico en muchas cocinas de Latinoamérica y España, representando no solo una delicia culinaria, sino también una parte importante de la cultura y la tradición de muchas familias. El acto de preparar empanadas es una experiencia mágica que reúne a las personas, creando momentos de alegría y convivencia en la cocina.

Estas pequeñas delicias, que pueden ser preparadas tanto fritas como al horno, son ideales para cualquier ocasión: desde una reunión familiar hasta un almuerzo rápido. Esta receta se basa en una masa que consta de solo cuatro ingredientes básicos, lo que la hace accesible incluso para los cocineros novatos. La sencillez de esta masa no significa que carezca de sabor; al contrario, la combinación de harina, sal, grasa y agua da como resultado un envoltorio perfectamente ligero y crujiente que realza cualquier tipo de relleno que desees utilizar.

En esta receta, aprenderás no solo a hacer la masa perfecta para tus empanadas, sino también algunos consejos y trucos que te ayudarán a sacarle el máximo provecho. La satisfacción de hacer tu propia masa desde cero es incomparable y te animará a explorar otras recetas creativas que te invitamos a descubrir en nuestro sitio.

Ingredientes

• - 500 gramos de harina de trigo
• - 100 gramos de grasa bovina (o manteca, si prefieres)
• - ½ cucharada de sal
• - Agua tibia, cantidad necesaria (aproximadamente 200 ml o una taza)

Modo de preparación

Comienza colocando la grasa en una cacerola a fuego medio. Añade la sal y déjala calentar lentamente hasta que la grasa se derrita por completo. Es importante que no la dejes calentar demasiado, ya que no queremos que adquiera un sabor rancio. Una vez derretida, retira la cacerola del fuego y deja que la mezcla se entibie un poco.

En un bol grande, combina la harina con la mezcla de grasa derretida. Asegúrate de que la harina esté bien aireada para obtener una masa más liviana. A medida que mezclas, vierte lentamente el agua tibia. Agrega el agua poco a poco, amasa y observa la consistencia; debe ser suficiente para formar una masa que no se pegue a tus manos. Si sientes que la masa está demasiado seca, no dudes en añadir un poco más de agua.

Cuando logres una masa homogénea, transfiérela a una superficie enharinada y comienza a amasar. El objetivo aquí es obtener una masa lisa y elástica, así que no te escatimes en esfuerzo. No olvides que si la masa se pega a tus manos o a la superficie, puedes espolvorear un poco más de harina. Este proceso debería llevarte entre 5 y 10 minutos.

Una vez que consigas la textura deseada, coloca la masa nuevamente en el bol y cúbrela con papel film o un paño de cocina limpio. Déjala reposar durante aproximadamente 30 minutos. Este tiempo de reposo es fundamental para que la masa descanse y se vuelva más manejable.

Después de este tiempo, la masa estará lista para ser utilizada. Para formar las empanadas, comienza dividiendo la masa en porciones más pequeñas, aproximadamente del tamaño de una pelota de golf. Aplana cada bolita con la palma de tu mano y luego, con un rodillo, extiéndela hasta que tenga un grosor que te parezca adecuado (generalmente entre 2 y 3 mm). Si deseas que la masa quede perfectamente redonda, una buena técnica es girar la masa un cuarto de vuelta cada vez que la extiendes con el rodillo.

La práctica hace al maestro, así que no te preocupes si las primeras empanadas no son perfectas; el sabor siempre será increíble. Una vez que tengas tus discos de masa listos, es momento de rellenarlos con tu elección de ingredientes. Puedes optar por mixtures tradicionales como carne, pollo o verduras, o incluso opciones más gourmet.

Recuerda que es clave no sobrecargar las empanadas. Coloca el relleno en el centro del disco y pliega la masa sobre él, asegurándote de que los bordes queden bien sellados, ya sea haciendo un repulgue (un tipo de trenza que se hace con los dedos) o usando un tenedor para presionar los bordes. Esto evitará que el relleno se escape durante la cocción.

Para cocinarlas, si decides fritarlas, calienta suficiente aceite en una sartén honda. Una vez caliente, agrega las empanadas cuidadosamente y fríelas hasta que estén doradas y crujientes por ambos lados. Si prefieres cocinarlas al horno, coloca las empanadas en una bandeja para hornear y hornea a temperatura media (alrededor de 180°C) hasta que estén doradas y crujientes, un proceso que suele tardar entre 20 a 25 minutos.

Consejos y Conclusión

Si deseas guardar las empanadas para más tarde, puedes congelarlas antes de cocinarlas. Simplemente colócalas en una bandeja en una sola capa y congélalas hasta que solidifiquen. Luego, transpórtalas a una bolsa hermética para congelador. Podrás cocinarlas directamente del congelador, solo necesitas agregar un par de minutos extra a su tiempo de cocción.

Además, si buscas darle un toque diferente a tus empanadas, considera hacer alguna salsa para acompañarlas. Una salsa de chimichurri o una mezcla de yogur con hierbas frescas puede complementar perfectamente el sabor de la masa y el relleno.

Preparar tu propia masa de empanadas en casa es no solo una actividad gratificante, sino también una forma deliciosa de expresar amor y creatividad en la cocina. Cada bocado te recordará el esfuerzo y la dedicación invertidos en su preparación, además del placer de compartirlas con tus seres queridos. Ya sea que las prefieras fritas, crujientes y doradas, o al horno, suaves y ligeramente doradas, tienes aquí una base perfecta para experimentar con diferentes rellenos y sabores.

Te invitamos a que sigas explorando nuestra página, donde encontrarás más recetas irresistibles, desde guisos reconfortantes hasta postres sorprendentes. ¡No dudes en compartir esta receta con tus amigos y familiares, y anímate a probar otras delicias que tenemos para ti!