¿Buscas un glaseado fácil, delicioso y que deje a todos preguntando cuál es tu secreto? Entonces este glaseado de leche condensada, también conocido como buttercream, es justo lo que necesitas. Su textura cremosa, su dulzura en el punto justo y su facilidad de preparación lo convierten en el acompañamiento perfecto para tartas, magdalenas, bizcochos y hasta galletas decoradas.
A diferencia de otros glaseados que pueden ser más delicados o requieren ingredientes difíciles de encontrar, esta receta solo necesita tres ingredientes básicos que probablemente ya tienes en casa: mantequilla, azúcar glas y leche condensada. El resultado es un glaseado firme, pero sedoso, que se mantiene estable incluso a temperatura ambiente.
Es tan versátil que puedes usarlo tanto para cubrir un pastel de cumpleaños como para rellenar una torta de celebración o hacer decoraciones con manga pastelera. ¿Lo mejor? No necesitas ser un experto en repostería para que quede perfecto.
Comece separando todos os ingredientes. Certifique-se de que a manteiga esteja macia, em temperatura ambiente. Ela deve estar firme o suficiente para manter a estrutura, mas maleável ao toque.
Coloque a manteiga em uma tigela grande e, com um batedor elétrico, bata por alguns instantes em velocidade baixa para começar a amaciar. Vá adicionando o açúcar de confeiteiro peneirado aos poucos, ainda com a batedeira em velocidade baixa, para evitar que o açúcar voe.
Quando todo o açúcar estiver incorporado, aumente a velocidade e bata por cerca de 3 a 4 minutos, até obter um creme claro, fofo e leve. Lembre-se de raspar as laterais da tigela com uma espátula para garantir que tudo fique bem misturado.
Adicione o leite condensado e continue batendo até o creme ficar completamente liso, homogêneo e com um brilho bonito. A textura deve ser firme o suficiente para usar com bico de confeitar, mas suave ao espalhar com espátula.
Este glaseado puede almacenarse en la nevera por hasta 5 días en un recipiente hermético. Antes de usarlo nuevamente, déjalo a temperatura ambiente y vuelve a batir un poco para recuperar la textura cremosa.
¿Quieres un glaseado más firme para climas cálidos? Agrega 1 cucharada de leche condensada menos y refrigéralo 10 minutos antes de usar.
Este glaseado de leche condensada es la solución perfecta cuando necesitas una cobertura fácil, rápida y deliciosa. Su textura suave y su sabor dulce y equilibrado lo hacen ideal para cualquier tipo de preparación dulce, desde una tarta casera hasta cupcakes de fiesta.
¿Te gustó esta receta? Entonces no te pierdas otras ideas irresistibles como el frosting de queso crema, el glaseado de chocolate brillante o la clásica crema chantilly casera. Comparte tu resultado con nosotros en redes y cuéntanos cómo lo usaste. ¡Estamos encantados de ver tus creaciones dulces! 🍰💛