Descripción

Imagina una tarde de otoño, con una suave brisa que acaricia las hojas caídas mientras el aroma dulce y envolvente de una tarta de manzana recién horneada llena tu hogar. Esta receta es perfecta para esos momentos en que deseas disfrutar de algo sencillo pero extraordinario. Lo mejor de todo es que no necesitas ser un experto en repostería para lograr una tarta que parece sacada de un cuento. Con una masa que se amasa en solo 5 minutos y un relleno de manzanas que se derrite en la boca, esta tarta es un deleite para los sentidos.

Ingredientes

• Para la masa:
• 2 tazas de harina de trigo
• 1/2 taza de azúcar
• 1/2 taza de mantequilla fría, cortada en cubos
• 1 huevo
• 1 cucharadita de esencia de vainilla
• 1 pizca de sal
• Para el relleno:
• 4 manzanas grandes (preferiblemente Granny Smith), peladas y cortadas en láminas finas
• 1/2 taza de azúcar
• 1 cucharadita de canela en polvo
• Jugo de medio limón
• 1 cucharada de mantequilla

Modo de preparación

Preparar la masa: En un bol grande, mezcla la harina, el azúcar y la sal. Añade la mantequilla fría y, con las yemas de los dedos o un cortapastas, integra los ingredientes hasta obtener una mezcla arenosa. Incorpora el huevo y la esencia de vainilla, y amasa rápidamente hasta formar una bola de masa homogénea. Envuelve la masa en papel film y refrigera durante al menos 30 minutos.

Preparar el relleno: En un bol, mezcla las láminas de manzana con el azúcar, la canela y el jugo de limón. Deja reposar mientras preparas la base de la tarta.

Montar la tarta: Precalienta el horno a 180°C. Extiende la masa sobre una superficie enharinada hasta obtener un círculo de aproximadamente 0,5 cm de grosor. Coloca la masa en un molde para tarta previamente engrasado, presionando ligeramente los bordes. Pincha el fondo con un tenedor para evitar que suba durante la cocción.

Rellenar y hornear: Coloca las manzanas en el molde, distribuyéndolas uniformemente. Añade la mantequilla en trozos pequeños sobre las manzanas. Hornea durante 35-40 minutos, o hasta que la masa esté dorada y las manzanas tiernas.

Dejar enfriar y servir: Una vez fuera del horno, deja que la tarta se enfríe a temperatura ambiente antes de desmoldar. Puedes espolvorear un poco de azúcar glas por encima para darle un toque final.

Consejos y Conclusión

Para darle un giro a esta clásica tarta, puedes añadir una capa fina de mermelada de albaricoque sobre las manzanas antes de hornear. Esto no solo aportará un brillo delicioso, sino que también realzará el sabor frutal, añadiendo una nota extra de dulzura y acidez que complementa perfectamente las manzanas.

Esta tarta de manzana es la definición de confort en un plato. Es una receta que no solo te permitirá disfrutar de un postre exquisito, sino que también te brinda la satisfacción de haberlo preparado con tus propias manos, en tan solo unos minutos. Cada bocado es un recordatorio de que las cosas más simples a menudo son las mejores. Así que no dudes en hacerla una parte regular de tus momentos dulces. ¡Buen provecho!