Descripción

Si estás buscando una receta reconfortante y deliciosa que te transporte a las tradiciones culinarias de Latinoamérica, no busques más. El caldo de res es un plato que ha sido parte de la gastronomía de diversas culturas alrededor del mundo, y su rica combinación de sabores y texturas lo hacen irresistible. Esta sopa, llena de nutrientes y sabor, se vuelve un abrazo cálido en los días fríos.

Imagina un tazón humeante de caldo, con tierna carne de res, verduras frescas y un toque de especias aromáticas. Cada cucharada no solo nutre el cuerpo, sino que también reconforta el alma. Esta es, sin duda, la esencia del hogar y de los momentos compartidos en familia. A lo largo de la receta que te presento, descubrirás cómo hacer un caldo de res que encantará a todos en tu mesa. Si alguna vez te has preguntado cómo lograr que tu caldo tenga ese sabor auténtico y profundo, esta guía te llevará paso a paso hacia ese resultado.

Ahora, sin más preámbulos, ¡vamos a cocinar!

Ingredientes

• Carne de res (preferiblemente pierna o chamorro)
• Huesos de res
• Cebolla (1 pieza)
• Ajo (2 dientes)
• Sal al gusto
• Agua (10 tazas)
• Zanahorias (2 piezas)
• Papas (2 piezas)
• Calabacín (1 pieza)
• Judías verdes (una taza)
• Repollo (una cuarta parte)
• Maíz (2 mazorcas, cortadas en trozos)
• Lima (para servir)
• Tortillas de maíz (opcional, para acompañar)
• Salsa picante (opcional, para quien le gusta el picante)

Modo de preparación

Comienza por preparar tus ingredientes. Corta la carne de res en trozos grandes y pica la cebolla y el ajo. A medida que lo hagas, piensa en lo reconfortante que será disfrutar de este caldo una vez que esté listo. Si estás usando la olla instantánea, el proceso será mucho más rápido.

Coloca la carne, los huesos, la cebolla y el ajo en la olla instantánea. Asegúrate de que todo esté bien distribuido y añade la sal al gusto. Si buscas un sabor más profundo, en lugar de agua, agrega caldo de res. Vierte las diez tazas de agua sobre los ingredientes.

Si optas por la olla de cocción, puedes hervir todos los ingredientes a fuego lento en una olla grande. La clave aquí es asegurarte de que la carne esté completamente sumergida en el líquido.

A continuación, cocina la mezcla a alta presión durante unos 30 minutos. Puede tomar entre 10 y 15 minutos alcanzar la presión deseada. Si la carne aún no está tierna después de este tiempo, añádele otros 10 minutos de cocción. Este paso es fundamental, ya que la carne debe estar tierna para lograr esa textura que se deshace en la boca.

Una vez que la carne esté cocida, puedes proceder con las verduras. Si no planeas servir el caldo de inmediato, es una buena idea mantener la olla caliente mientras preparas los siguientes pasos.

Añade las zanahorias, las papas, el calabacín, las judías verdes y el repollo a la olla. Asegúrate de que el líquido no sobrepase el límite de llenado máximo de la olla. Cocina a alta presión nuevamente, pero esta vez solo durante 3 minutos. Al finalizar este tiempo, libera la presión con cuidado, preferiblemente dejando la válvula en posición de ventilación.

Si decides usar el método tradicional en la estufa, comienza hirviendo la carne, los huesos, la cebolla, el ajo y la sal a fuego lento durante al menos una hora. Este proceso permitirá que todos los sabores se fusionen y que la carne se vuelva tierna. Recuerda revisar la carne de vez en cuando, ya que puede necesitar más tiempo dependiendo de la calidad de la carne utilizada.

Después de hervir la carne y obtener el caldo, retira la cebolla y el ajo y escurre el exceso de grasa. Ahora es momento de incorporar las verduras. Deja que la sopa vuelva a hervir durante unos 15 minutos más, o hasta que las verduras estén tiernas. Es un momento emocionante, ya que el olor del caldo comienza a llenar tu cocina, y cada vez que te acerques, el aroma te hará anticipar la primera cucharada.

Cuando el caldo esté listo, es momento de servir. Puedes disfrutarlo con un poco de arroz rojo como base, o simplemente con tortillas de maíz al lado. Un chorrito de lima fresca le dará un brillo especial al plato, y si eres amante del picante, algunas gotas de salsa picante pueden elevar aún más el sabor de tu caldo.

Consejos y Conclusión

Si deseas maximizar el sabor de tu caldo de res, considera tostar ligeramente los huesos en el horno antes de cocinarlos. Esto le dará un sabor ahumado que complementará perfectamente la carne y las verduras. También puedes experimentar con las especias, añadiendo hierbas frescas como cilantro o laurel durante la cocción para un perfil de sabor más complejo.

Para un caldo aún más sustancioso, puedes utilizar diferentes cortes de carne, como costillas o carne de res para guisar. Jugar con la combinación de verduras también puede ofrecerte nuevas y emocionantes variaciones de este clásico.
El caldo de res no es solo una preparación culinaria; es una celebración de la tradición, el calor del hogar y la unión familiar. Con cada cucharada, transporta a quien lo prueba a momentos de calidez y felicidad compartida. Ya sea en un día frío, cuando se busca consuelo, o en una cena familiar, este plato brilla por su sencillez y profundidad de sabor.

Espero que, después de seguir esta receta, cada uno de ustedes pueda disfrutar de un caldo de res exquisito que no solo saciará el hambre, sino que también proporcionará agradables recuerdos en la mesa. Así que no dudes en compartir esta receta con tus seres queridos y disfrutar de la experiencia de cocinar y comer juntos. ¡Buen provecho!