Descripción

El hojaldre es una de las masas más versátiles y deliciosas de la repostería, famosa por su textura ligera y crujiente. Este tipo de masa se caracteriza por estar formada por múltiples capas que, al cocinarse, se separan en finos estratos crujientes, gracias a la técnica de laminado con manteca o mantequilla. Si bien puede parecer complicado, siguiendo algunos pasos y con paciencia, podrás hacer un hojaldre perfecto y casero que sorprenderá a todos. Ya sea que lo utilices para preparar dulces o salados, el hojaldre es un básico que elevará cualquier receta.

Ingredientes

• 500 g de harina 0000 (harina fina)
• 250 ml de agua fría
• 10 g de sal
• 50 g de manteca derretida
• 300 g de manteca fría (para el laminado)

Modo de preparación

Preparar la masa base:

Mezclar los ingredientes secos: En un bol grande, mezcla la harina con la sal. Haz un hueco en el centro de la mezcla de harina, similar a un volcán.
Agregar los líquidos: Vierte el agua fría y la manteca derretida en el centro del hueco. Utiliza una cuchara de madera o espátula para ir integrando los líquidos con la harina, comenzando desde el centro hacia afuera.
Amasar la masa: Una vez que los ingredientes estén parcialmente integrados, pasa la masa a una superficie ligeramente enharinada. Amasa durante unos 10 minutos hasta que obtengas una masa suave y elástica. Si la masa está muy pegajosa, puedes añadir un poco más de harina, pero con cuidado de no excederte.
Reposo en frío: Forma una bola con la masa, envuélvela en papel film y déjala reposar en la nevera por 30 minutos. Este paso es crucial para relajar el gluten y facilitar el proceso de laminado.
2. Preparar el laminado:

Preparar la manteca para el laminado: Saca la manteca fría de la nevera y colócala entre dos hojas de papel encerado o film plástico. Utilizando un rodillo, aplasta la manteca hasta obtener un rectángulo de aproximadamente 1 cm de grosor. Vuelve a colocarla en la nevera para que mantenga su firmeza mientras preparas la masa.
3. Primer laminado:

Estirar la masa: Saca la masa de la nevera y colócala sobre una superficie ligeramente enharinada. Estírala en forma de rectángulo, dejando los bordes más finos para poder envolver la manteca.
Colocar la manteca: Coloca el bloque de manteca fría en el centro del rectángulo de masa. Dobla los lados de la masa sobre la manteca, como si envolvieras un paquete. Asegúrate de que la manteca quede completamente cubierta por la masa.
Estirar y doblar: Estira el paquete de masa y manteca en un rectángulo más largo, de aproximadamente 1 cm de grosor. Dobla la masa en tres partes (como un folleto), asegurándote de alinear bien los bordes. Gira la masa 90 grados y estira nuevamente en forma de rectángulo.
4. Reposo y más laminado:

Reposo en frío: Envuelve la masa en papel film y déjala reposar en la nevera durante 30 minutos. Este tiempo es importante para que la manteca no se derrita y las capas de la masa se mantengan definidas.
Repetir el proceso: Repite el proceso de estirado y doblado al menos dos veces más (en total, tres vueltas), siempre refrigerando la masa durante 30 minutos entre cada vuelta. Este laminado es lo que crea las múltiples capas del hojaldre.
5. Preparar para hornear:

Estirar la masa final: Después del último reposo, estira la masa hasta obtener el grosor deseado, dependiendo de para qué la vayas a utilizar. Para recetas dulces o saladas, puedes cortarla en la forma deseada (tartas, empanadas, palmeritas, etc.).
Hornear: Precalienta el horno a 200°C (390°F). Coloca la masa en una bandeja para hornear y hornea durante 15-20 minutos, o hasta que el hojaldre esté dorado y crujiente.

Consejos y Conclusión

No te saltes los reposos: El reposo en frío entre cada vuelta es fundamental para que la manteca no se derrita y para que las capas de hojaldre se formen correctamente.
Manteca de calidad: Utiliza una manteca de buena calidad, ya que esto afectará directamente el sabor y la textura final del hojaldre.
No trabajar en un ambiente muy cálido: Si tu cocina está muy caliente, la manteca se derretirá más rápido, lo que puede dificultar el proceso de laminado. Trabaja en un ambiente fresco y, si es necesario, enfría tus manos con agua fría antes de manipular la masa.
Variación dulce o salada: Puedes agregar un toque de azúcar a la masa si planeas hacer un hojaldre dulce o dejarla tal cual para preparaciones saladas.

El Hojaldre Triple Crujiente es una masa versátil y deliciosa que, con un poco de paciencia y técnica, puedes preparar en casa para disfrutar en todo tipo de recetas. Con su crujido inconfundible y su ligereza, este hojaldre casero elevará cualquier preparación. ¡Anímate a probarlo y sorprende a todos con tu habilidad en la cocina!