Descripción

Cuando se trata de disfrutar de un dulce casero que conquiste a todos, no hay nada como unas deliciosas galletas recién horneadas. Esta receta, que además de ser increíblemente sencilla, no requiere ingredientes complicados ni pasos largos, es ideal para quienes buscan preparar algo rápido sin renunciar al sabor. Perfecta para una tarde en familia, para acompañar un café o simplemente para satisfacer un antojo de algo dulce, esta receta te permitirá tener galletas caseras listas en un abrir y cerrar de ojos.

Los ingredientes son comunes, seguramente ya los tienes en tu despensa, y el proceso es tan fácil que hasta los más pequeños de la casa podrán ayudarte. Así que, ¿por qué no te animas a hornear estas irresistibles galletas que llenarán tu hogar de un aroma acogedor y delicioso?

Ingredientes

• 1 taza de mantequilla (a temperatura ambiente)
• ½ taza de azúcar granulada
• 1 taza de azúcar morena
• 2 huevos
• 1 cucharadita de extracto de vainilla
• 2 ½ tazas de harina de trigo
• 1 cucharadita de bicarbonato de sodio
• 1 cucharadita de polvo para hornear
• 1 pizca de sal
• 1 taza de chispas de chocolate (opcional)

Modo de preparación

Precalienta el horno a 180°C (350°F) y prepara una bandeja para hornear con papel pergamino.
En un bol grande, bate la mantequilla con el azúcar granulada y el azúcar morena hasta que esté cremosa.
Añade los huevos uno a uno, asegurándote de mezclar bien después de cada adición. Agrega el extracto de vainilla.
En otro bol, mezcla la harina, el bicarbonato de sodio, el polvo para hornear y la sal.
Poco a poco, incorpora los ingredientes secos a la mezcla de mantequilla y azúcar, batiendo hasta obtener una masa homogénea.
Si deseas, añade las chispas de chocolate o cualquier otro ingrediente que prefieras, como nueces o pasas.
Con la ayuda de una cuchara, forma pequeñas bolas de masa y colócalas en la bandeja para hornear, dejando espacio entre ellas.
Hornea las galletas durante 10-12 minutos o hasta que los bordes estén ligeramente dorados.
Deja que se enfríen en la bandeja durante unos minutos antes de transferirlas a una rejilla para que se enfríen completamente.

Consejos y Conclusión

Una de las ventajas de esta receta es su versatilidad. Puedes hacerla tuya agregando tus ingredientes favoritos. Si eres amante del chocolate, puedes añadir tanto chispas como trozos de chocolate oscuro o con leche. También puedes optar por sabores más atrevidos como coco rallado, trozos de caramelo o incluso un toque de canela. Además, si quieres darle un toque más saludable, sustituye una parte de la harina blanca por harina de avena o integral, y utiliza azúcar de coco en lugar del azúcar refinado.

Otra idea fantástica es incorporar frutos secos o semillas. Las nueces, almendras o semillas de chía no solo aportan textura, sino que también hacen que las galletas sean más nutritivas. Incluso, puedes experimentar con extractos de sabor diferentes al de vainilla, como almendra o naranja, para variar el perfil de sabor de tus galletas.

Con esta receta de galletas tan sencilla, no hay excusas para no disfrutar de un delicioso postre casero. Lo mejor de todo es que puedes adaptarla según tus gustos y preferencias, haciéndola tan clásica o creativa como desees. Además, el proceso es tan rápido que, en menos de media hora, podrás estar saboreando tus galletas recién salidas del horno. Así que, la próxima vez que tengas antojo de algo dulce, olvídate de las versiones comerciales y disfruta del placer de hacer tus propias galletas. ¡Buen provecho!