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Manjar Esponjoso sin Horno: ¡Haz esta deliciosa receta con 1 huevo, harina y leche!

Manjar Esponjoso sin Horno: ¡Haz esta deliciosa receta con 1 huevo, harina y leche!

Descripción

Imagina un postre esponjoso que se derrite en tu boca, un manjar que evoca recuerdos de la infancia y que es tan fácil de hacer que querrás prepararlo una y otra vez. Este "Manjar Esponjoso sin Horno" es una de esas recetas que no solo sorprende con su sabor, sino que también es un deleite para los sentidos al momento de cocinar. Originario de las casas donde la tradición culinaria se comparte entre generaciones, este dulce se ha convertido en una auténtica joya de la pastelería moderna.

Una de las características más encantadoras de esta receta es su sencillez. Con solo un huevo, harina y leche, podrás elaborar un postre digno de la mejor repostería, ideal para compartir con amigos y familiares. La combinación de la cáscara de naranja y la suavidad de la masa despiertan el interés de cualquiera que se atreva a probarlo. Además, al no requerir horno, es una opción perfecta para aquellos que no cuentan con este electrodoméstico o simplemente buscan una alternativa rápida y económica para satisfacer sus antojos.

¡Prepárate para una experiencia inolvidable en la cocina! La textura esponjosa y el sabor delicado de este manjar te transportarán a mundos de dulzura que querrás explorar una y otra vez. ¡Vamos a cocinar!

Ingredientes

Modo de preparación

Modo de preparación:
La elaboración de este manjar es sencilla y gratificante. La clave está en seguir cada paso con atención y disfrutar del proceso. La magia sucede en la combinación de los ingredientes y en la manipulación de la masa. Empieza por seleccionar un tazón grande que te permita trabajar cómodamente.

Comienza calentando 260 ml de leche tibia, asegurándote de que no esté demasiado caliente para no dañar la levadura. En el tazón, añade la cucharada de levadura seca a la leche tibia y deja que repose durante unos minutos. Este paso es esencial, pues la levadura comenzará a activarse y a burbujear, lo que ayudará a conseguir esa textura esponjosa que tanto buscamos.

Una vez que la mezcla de leche y levadura esté espumosa, añade las 2 cucharadas de azúcar y los 8 g de azúcar de vainilla. La combinaciones de azúcares añadirán dulzura y un toque especial de sabor. Es momento de batir suavemente esta mezcla con un tenedor o una batidora manual hasta que todo esté bien integrado.

En este punto, añade el huevo. Si deseas, puedes separar la clara de la yema y batir la clara a punto de nieve para incorporarla al final, lo que proporcionará aún más esponjosidad a la masa. Pero si prefieres la simplicidad, simplemente mezcla el huevo con el resto.

Incorpora la cáscara de naranja rallada al gusto, lo que aportará un delicioso aroma y sabor fresco a tu preparación. La mezcla comenzará a tomar un color dorado muy atractivo.

Es momento de añadir la harina y la sal. Tamiza los 420 g de harina "00" junto con la 1/2 cucharadita de sal sobre la mezcla húmeda. Utiliza una espátula o cuchara de madera para integrar la harina poco a poco, formando una masa suave. Si notas que la mezcla está demasiado húmeda, no dudes en agregar un poco más de harina, siempre en pequeñas cantidades.

Cuando la masa empiece a despegarse del tazón y a formar una bola, añade los 30 g de mantequilla blanda. Amasa con tus manos durante unos minutos hasta que la mantequilla quede completamente integrada y la masa esté suave y elástica. Este paso es crucial para obtener la textura adecuada en tu manjar.

Una vez que la masa esté lista, tápala con un paño limpio y húmedo y déjala reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 30 minutos. Este tiempo de reposo es fundamental para permitir que la levadura haga su trabajo, haciendo que la masa suba.

Mientras esperas, puedes aprovechar para prepararte un buen café o una infusión, disfrutar de un momento de relax, o incluso preparar una deliciosa salsa para acompañar tu manjar, como una crema pastelera o un coulis de frutas.

Después de que la masa haya reposado y haya duplicado su tamaño, es el momento de darle forma. En una superficie ligeramente enharinada, vuelca la masa con cuidado. Puedes darle la forma que prefieras: desde un molde redondo hasta porciones individuales para que cada uno tenga la suya.

Coloca las porciones en un molde ligeramente engrasado con mantequilla o rociado con aceite, asegurándote de dejar un pequeño espacio entre cada una para que sigan expandiéndose mientras reposan. Tapa de nuevo y deja reposar otra vez durante unos 15-20 minutos.

Mientras la masa reposa, puedes precalentar una olla grande a fuego muy bajo. Si no tienes olla, puedes optar por una vaporera. Utilizar vapor es una excelente alternativa para cocinar este manjar sin necesidad de horno, creando una atmósfera húmeda que ayudará a que la masa se esponje.

Una vez que el agua esté caliente, coloca el molde dentro de la olla o sobre la vaporera, asegurándote de que el agua no toque la masa. Cocina a fuego muy bajo durante alrededor de 30-40 minutos. Lo más importante aquí es asegurarte de que el vapor sea constante, por lo que deberás vigilar que no se evapore el agua. Puedes cubrir la olla con una tapa para ayudar a mantener la temperatura y el vapor.

Para comprobar si el manjar está cocido, inserta un palillo en el centro; si sale limpio, ¡está listo! Retira con cuidado el molde y deja enfriar un poco antes de desmoldar. La paciencia es clave; este tiempo adicional también permitirá que los sabores se asienten.

Consejos y Conclusión

Consejo:
Si deseas dar un toque especial a tu manjar, considera una cobertura de chocolate derretido o un glaseado de frutas frescas. También puedes espolvorear un poco de azúcar glas por encima para un efecto visual encantador y atractivo.

Si te sobran porciones (¡si es que logran sobrar!), guarda cada pieza en un recipiente hermético en el refrigerador. Así se conservarán frescas durante unos días, y puedes recalentar suavemente en el microondas o a baño maría para disfrutar de su esponjosidad nuevamente.

Siempre hay espacio para experimentar en la cocina. Si quieres probar variaciones en los sabores, puedes usar leche de almendras o coco en lugar de leche normal. Esto le otorgará un perfil diferente y exótico al postre. Asimismo, añadiendo otros sabores como extracto de almendra, cacao en polvo o especias como canela, multiplicarás las opciones de disfrutar esta deliciosa receta.

Conclusión:
Preparar este "Manjar Esponjoso sin Horno" no solo es una estupenda manera de satisfacer tus antojos de dulces, sino que también representa una experiencia de conexión con la cocina y con quienes compartes el momento. La textura ligera y el sabor suave hacen que cada bocado sea un placer y una invitación a seguir disfrutando más y más.

Además, una vez que te animes a preparar esta receta, estarás listo para probar variaciones y explorar más recetas deliciosas en nuestro sitio. Te invitamos a que compartas esta receta con tus seres queridos, y no dudes en dejar tu comentario sobre cómo te ha quedado el manjar.

¿Tienes antojo de algo más? Corre a explorar nuestras recetas de postres y descubre qué más puedes integrar a tu repertorio culinario. ¡Déjate llevar por la pasión de cocinar y disfrutar!

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