No hay nada mejor que preparar una comida sabrosa y fácil para esos días ajetreados. Esta receta de cubos de pollo dorados con queso mozzarella y cebolla verde es una verdadera explosión de sabor y textura. Perfecta para quienes buscan un plato rápido pero sin renunciar a una experiencia culinaria deliciosa. Con pocos ingredientes y un método de preparación simple, sorprenderás a todos en la mesa con este plato irresistible.
Comienza cortando las pechugas de pollo en cubos medianos de tamaño uniforme. Esto asegura una cocción uniforme. Asegúrate de retirar cualquier exceso de grasa o piel. Reserva el pollo en un bol.
En un bol separado, bate los 3 huevos hasta obtener una mezcla homogénea. Esta mezcla se usará para humedecer el pollo y ayudar a que la harina se adhiera a los cubos. Reserva.
Ahora, sazona el pollo cortado con sal, pimienta negra y pimentón. Estos condimentos asegurarán que el pollo quede sabroso con un toque leve de picante. El pimentón, además de sabor, dará un color dorado y apetitoso al plato.
Una vez que los condimentos estén bien mezclados con el pollo, agrega 2 cucharadas de mayonesa. La mayonesa, además de aportar cremosidad, ayuda a sellar los sabores y mantener el pollo jugoso por dentro durante la fritura.
Añade 1/2 taza de harina de trigo al pollo sazonado. Mezcla bien para que los cubos queden completamente cubiertos con la harina. Este paso es esencial para garantizar una textura crujiente por fuera, mientras que el interior del pollo permanece suave y jugoso.
En una sartén, calienta un chorrito de aceite de oliva a fuego medio. Asegúrate de que el aceite esté caliente antes de añadir el pollo, pero ten cuidado de no sobrecalentarlo para no quemarlo.
Coloca con cuidado los cubos de pollo en la sartén con el aceite caliente. Evita amontonar todos a la vez para asegurar una fritura uniforme. Cocina hasta que los cubos estén dorados por un lado, luego dales la vuelta para dorar el otro lado. Esto debe tomar entre 3 y 5 minutos por lado.
Después de dorar todos los lados, añade la taza de queso mozzarella rallado sobre el pollo en la sartén. Deja que el queso se derrita y cubra los cubos de pollo. Finaliza con cebolla verde picada al gusto, lo que dará un toque fresco al plato.
Con el queso ya derretido y el aroma de la cebolla verde llenando la cocina, tu plato está listo para ser servido. Disfruta el pollo mientras todavía está caliente y crujiente.
Para darle un toque aún más especial a este plato, puedes servir los cubos de pollo dorados con una salsa para mojar de tu preferencia. Salsas como la barbacoa, mostaza con miel o incluso una salsa de yogur con hierbas combinan muy bien con el pollo. Otra opción es variar los condimentos según tu gusto, añadiendo un toque de ajo o pimienta roja molida, por ejemplo.
Con esta receta simple y llena de sabor, puedes transformar una simple pechuga de pollo en un plato sofisticado, pero sin complicaciones. La crujiente capa exterior, el pollo jugoso por dentro y el queso derretido hacen de esta opción perfecta para almuerzos rápidos o incluso una cena especial. ¡Y lo mejor de todo es que puedes hacerlo con ingredientes que probablemente ya tienes en casa! Ahora, solo queda disfrutar y recibir los elogios de todos.