Descripción

¿Te has preguntado qué hacer con las cáscaras de naranja que normalmente desechas? ¡La respuesta es sencilla: conviértelas en un exquisito manjar! Las cáscaras de naranja confitadas son una delicia perfecta para acompañar tu café, decorar postres o simplemente disfrutar como un snack. Además, hacerlas en casa es fácil y una forma excelente de aprovechar al máximo esta fruta. Sigue esta receta paso a paso y sorpréndete con el resultado.

Ingredientes

• 2 naranjas (preferiblemente orgánicas para evitar pesticidas)
• 200 gramos de azúcar
• 200 ml de agua

Modo de preparación

1. Lava y pela las naranjas:
Lava las naranjas cuidadosamente con agua tibia para eliminar cualquier residuo. Pela las naranjas intentando retirar la mayor cantidad posible de la parte blanca (albedo), ya que su sabor amargo puede influir en el resultado final.

2. Corta las cáscaras:
Decide cómo prefieres tus cáscaras confitadas: en tiras delgadas o en pequeños cuadrados. Ambas opciones funcionan bien, dependiendo de cómo quieras utilizarlas después.

3. Blanquea las cáscaras:
En una cacerola, hierve suficiente agua para cubrir las cáscaras. Coloca las tiras en el agua hirviendo y déjalas cocinar durante 5 minutos. Escurre y repite este proceso dos veces más, cambiando el agua cada vez. Esto reducirá el amargor natural de las cáscaras.

4. Prepara el almíbar:
En otra olla, mezcla los 200 ml de agua con los 200 gramos de azúcar. Lleva la mezcla a ebullición mientras revuelves para disolver completamente el azúcar.

5. Cocina las cáscaras en almíbar:
Agrega las cáscaras de naranja al almíbar y cocina a fuego medio-bajo durante 30-40 minutos. Remueve ocasionalmente para asegurarte de que todas las cáscaras estén bien cubiertas. Estarán listas cuando se vuelvan translúcidas y brillantes.

6. Secado:
Retira las cáscaras del almíbar con cuidado y colócalas sobre una rejilla o un papel de horno. Déjalas secar completamente; esto puede tardar varias horas o incluso toda la noche.

7. (Opcional) Baña en chocolate:
Para darles un toque extra, derrite un poco de chocolate amargo a baño María y sumerge parcialmente las cáscaras ya secas. Déjalas reposar sobre papel de horno hasta que el chocolate endurezca.

8. Conservación:
Una vez secas, guarda las cáscaras de naranja confitadas en un recipiente hermético. Así se mantendrán frescas y deliciosas por varias semanas.

Consejos y Conclusión

Si quieres un toque diferente, prueba espolvorear las cáscaras con un poco de azúcar una vez que se sequen. Esto no solo mejora su apariencia, sino que también les da una textura crujiente adicional.

Las cáscaras de naranja confitadas no solo son deliciosas, sino también una opción sostenible para aprovechar al máximo las naranjas. Su proceso es sencillo, y el resultado es un dulce artesanal que puedes disfrutar en cualquier momento o regalar a alguien especial. ¿Qué esperas para intentarlo? ¡Manos a la obra y buen provecho! 🍊✨