Las tortitas de papa y queso son una de esas recetas que combinan simplicidad y sabor de manera magistral. Este platillo, que ha conquistado paladares en diversas regiones, es perfecto para cualquier ocasión: desde un desayuno contundente hasta una cena ligera. La combinación de la suavidad de las papas con la cremosidad del queso crea una textura que es simplemente irresistible, y el dorado perfecto de la tortita al freírla agrega un toque crujiente que complementa cada bocado.
Cocinar las papas: En una olla grande, hierve las papas en agua con sal hasta que estén tiernas, aproximadamente 15-20 minutos. Escúrrelas y machácalas en un puré suave.
Mezclar los ingredientes: Añade el queso rallado, los huevos, la harina, el ajo picado (si lo usas), la sal y la pimienta al puré de papas. Mezcla bien hasta que todos los ingredientes estén completamente integrados.
Formar las tortitas: Con las manos húmedas, forma pequeñas bolas de la mezcla y aplástalas ligeramente para darles la forma de tortitas.
Rebozar las tortitas: Pasa cada tortita por el pan rallado, asegurándote de que queden bien cubiertas por ambos lados. Este paso les dará un exterior crujiente al momento de freírlas.
Freír las tortitas: Calienta una sartén con suficiente aceite a fuego medio-alto. Fríe las tortitas hasta que estén doradas y crujientes por ambos lados, unos 3-4 minutos por lado. Colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
Servir: Sirve las tortitas calientes, acompañadas de una salsa de tu elección, como crema agria, guacamole o una salsa de tomate casera.
Si quieres darle un giro diferente a esta receta, puedes agregar hierbas frescas como perejil o cebollino a la mezcla de papas y queso. Además, si prefieres una versión más ligera, en lugar de freír las tortitas, puedes cocinarlas al horno. Simplemente colócalas en una bandeja con papel de hornear y hornéalas a 200°C por unos 15-20 minutos, volteándolas a mitad de cocción para que se doren uniformemente.
Las tortitas de papa y queso son una de esas recetas que, aunque sencillas, tienen la capacidad de complacer a todos los paladares. Su combinación de texturas, con un interior suave y cremoso y un exterior dorado y crujiente, es simplemente irresistible. Además, son muy versátiles, ya que puedes servirlas como entrada, acompañamiento o incluso como plato principal. Esta receta no solo es fácil de hacer, sino que también es una excelente manera de utilizar ingredientes que probablemente ya tienes en tu cocina. ¡Anímate a prepararlas y disfruta de este delicioso manjar en cualquier ocasión!