Descripción

El pollo a la mantequilla con limón es un platillo que combina la suavidad y el sabor cremoso de la mantequilla con el toque fresco y ácido del limón. Este plato es ideal para una cena familiar o una ocasión especial, ya que es elegante y lleno de sabor, pero también sencillo de preparar. La jugosidad del pollo, junto con la rica salsa que lo acompaña, lo convierte en una opción perfecta para quienes buscan una comida reconfortante y deliciosa. Además, la versatilidad de esta receta permite acompañarla con una variedad de guarniciones, como arroz, puré de papas o vegetales al vapor, lo que la convierte en una opción completa y equilibrada para cualquier comida.

Ingredientes

• 4 pechugas de pollo, deshuesadas y sin piel
• Sal y pimienta al gusto
• 1/2 taza de harina para todo uso
• 1/4 taza de mantequilla sin sal
• 2 cucharadas de aceite de oliva
• 4 dientes de ajo, picados
• 1 taza de caldo de pollo
• 1/2 taza de vino blanco seco (opcional)
• 1/2 taza de crema para batir
• Jugo de 1 limón
• 2 cucharadas de perejil fresco, picado
• Rodajas de limón para decorar (opcional)

Modo de preparación

1. Preparación del Pollo:

Sazonar las pechugas: Comienza sazonando las pechugas de pollo con sal y pimienta al gusto. Es importante que el sazonado sea generoso, ya que esto ayudará a realzar el sabor del pollo.

Cubrir con harina: Una vez sazonadas, pasa las pechugas de pollo por la harina para todo uso. Asegúrate de que queden bien cubiertas por todos lados y sacude el exceso de harina. Este paso es esencial, ya que la harina ayudará a que el pollo se dore bien y a que la salsa se espese ligeramente cuando se cocine.

2. Cocinar el Pollo:

Dorar el pollo: En una sartén grande, derrite 2 cucharadas de mantequilla junto con las 2 cucharadas de aceite de oliva a fuego medio-alto. Esta combinación de mantequilla y aceite le dará al pollo un sabor rico y permitirá que se dore de manera uniforme.

Cocinar las pechugas: Añade las pechugas de pollo a la sartén y cocina hasta que estén doradas y cocidas por completo, aproximadamente 4-5 minutos por cada lado. El pollo debe quedar bien cocido, pero aún jugoso por dentro. Una vez listo, retira el pollo de la sartén y resérvalo en un plato cubierto para que se mantenga caliente.

3. Preparar la Salsa:

Cocinar el ajo: En la misma sartén en la que cocinaste el pollo, añade las 2 cucharadas restantes de mantequilla y el ajo picado. Cocina el ajo a fuego medio hasta que esté fragante, aproximadamente 1 minuto. Ten cuidado de no dejar que el ajo se queme, ya que podría darle un sabor amargo a la salsa.

Añadir el caldo y el vino: Agrega la taza de caldo de pollo y, si decides usarlo, el vino blanco seco a la sartén. Deja que la mezcla hierva a fuego lento durante unos minutos, raspando con una cuchara de madera los trozos dorados que quedaron en el fondo de la sartén. Estos trozos añaden un sabor profundo a la salsa.

Incorporar la crema y el limón: Reduce el fuego y añade la crema para batir y el jugo de limón. Cocina a fuego lento hasta que la salsa se espese ligeramente, lo que tomará unos 5-7 minutos. El limón aporta un toque de acidez que equilibra la riqueza de la crema y la mantequilla, creando una salsa perfectamente balanceada.

4. Combinar y Servir:

Incorporar el pollo: Regresa las pechugas de pollo a la sartén, asegurándote de cubrirlas bien con la salsa. Cocina por unos minutos adicionales para que el pollo se caliente y absorba los sabores de la salsa.

Agregar perejil: Justo antes de servir, espolvorea el perejil fresco picado sobre el pollo. El perejil no solo añade color al plato, sino también un toque de frescura que complementa los sabores ricos y cremosos de la salsa.

5. Servir el Pollo a la Mantequilla con Limón:

Presentación: Sirve el pollo a la mantequilla caliente, acompañado de tus guarniciones favoritas. El arroz es una excelente opción, ya que absorbe bien la salsa, pero también puedes optar por puré de papas o vegetales al vapor.

Decoración: Si lo deseas, decora el plato con rodajas de limón. Esto no solo embellece el plato, sino que también permite a los comensales añadir un extra de jugo de limón si lo prefieren

Consejos y Conclusión

Dicas y Conclusión:

Variaciones del plato: Esta receta se puede adaptar fácilmente a tus preferencias. Si prefieres una salsa más ligera, puedes reducir la cantidad de crema y aumentar la cantidad de caldo. Si te gusta un sabor más intenso, considera añadir una pizca de mostaza Dijon a la salsa.

Maridaje: Este platillo combina bien con vinos blancos ligeros, como un Chardonnay o un Sauvignon Blanc. Si prefieres no usar alcohol, simplemente omite el vino blanco y añade un poco más de caldo de pollo.

Preparación adelantada: Puedes preparar la salsa con anticipación y recalentarla justo antes de servir. El pollo también se puede cocinar unas horas antes y recalentarlo suavemente en la salsa para mantenerlo jugoso.

Acompañamientos: Considera servir este plato con una ensalada verde crujiente para equilibrar la riqueza del pollo. También puedes añadir un toque de picante a la salsa con un poco de pimentón o cayena, si te gusta un poco de calor en tus comidas.

En conclusión, el pollo a la mantequilla con limón es un platillo versátil y delicioso que se puede disfrutar en cualquier ocasión. Su preparación es relativamente sencilla, pero el resultado final es un plato que parece haber salido de un restaurante. Con sus sabores ricos y su presentación elegante, este pollo seguramente se convertirá en uno de los favoritos en tu hogar. ¡Anímate a prepararlo y sorprende a tus seres queridos con un plato que deleitará todos sus sentidos!