Si estás buscando una receta práctica, sabrosa y que guste a toda la familia, estas albóndigas rellenas de patata son la opción perfecta. La combinación de la suavidad de la patata con la carne molida bien sazonada crea una explosión de sabores que encantará hasta a los paladares más exigentes. Esta receta es fácil de preparar, y puedes servir estas albóndigas como plato principal o como acompañamiento en una comida especial. Además, se hornean en el horno, lo que hace que la receta sea aún más saludable. ¡Vamos a seguir paso a paso esta deliciosa receta que impresionará a tus invitados!
Comenzamos poniendo a hervir 8 patatas en una olla con agua suficiente para cubrirlas. Elige patatas medianas, que son ideales para rellenar después. Cocina las patatas hasta que estén tiernas, pero no deshechas.
Añade sal al agua para sazonar las patatas mientras se cocinan. Esto ayudará a que absorban el sabor desde el principio.
Cubre la olla y deja que las patatas se cocinen hasta que estén completamente tiernas. Esto debería tardar unos 20 a 25 minutos, dependiendo del tamaño de las patatas.
Mientras las patatas se cocinan, vamos a preparar la carne. En un bol, coloca 500 gramos de carne molida. Este será el punto de partida para nuestras albóndigas.
Añade sal y pimienta negra a la carne molida. La pimienta le dará un toque de picante que combina perfectamente con el sabor suave de las patatas.
Ahora, añade un huevo a la mezcla de carne. El huevo ayudará a ligar la mezcla, haciendo que sea más fácil formar las albóndigas.
Añade media cebolla picada a la carne. La cebolla le dará un sabor aromático que complementará muy bien la carne molida.
Agrega 3 dientes de ajo picados. El ajo realzará el sabor, asegurando que las albóndigas estén bien sazonadas.
Añade 4 cucharadas de harina de trigo a la mezcla. La harina ayudará a dar consistencia a la carne, permitiendo que las albóndigas mantengan su forma durante la cocción.
Añade un chorrito de aceite de oliva a la mezcla. Esto mantendrá la carne jugosa y evitará que se seque durante la cocción.
Por último, añade perejil fresco picado al gusto. El perejil aportará frescura y un aroma delicioso al plato.
Ahora, toma porciones de la mezcla de carne y forma discos con las manos. Asegúrate de dejar la carne lo suficientemente fina como para facilitar el relleno.
Cuando las patatas estén cocidas y frías al tacto, coloca una patata en el centro de cada disco de carne y ciérralo, formando una albóndiga rellena. La patata actuará como un delicioso relleno dentro de la albóndiga.
Engrasa una fuente para hornear con un poco de aceite de oliva y distribúyelo uniformemente con una brocha. Esto evitará que las albóndigas se peguen mientras se hornean.
Coloca las albóndigas rellenas en la fuente engrasada, dejando un pequeño espacio entre ellas para que se cocinen uniformemente. Reserva.
Ahora vamos a preparar la salsa que cubrirá las albóndigas. Corta una cebolla en rodajas finas, que se saltearán para crear una base de sabor.
Corta medio pimiento rojo, amarillo y verde en tiras. Estos pimientos aportarán tanto sabor como color al plato.
En una sartén, agrega un chorrito de aceite de oliva y caliéntalo a fuego medio. Esta será la base para nuestro sofrito.
Añade las rodajas de cebolla a la sartén y saltea hasta que empiecen a dorarse. La cebolla caramelizada añadirá un toque de dulzura natural a la salsa.
Agrega los pimientos a la sartén y revuelve bien. Deja que se cocinen durante unos minutos hasta que se ablanden, pero mantengan su color vibrante.
Añade una pizca de sal al sofrito para ajustar el sabor.
Añade un poco de pimienta negra al sofrito para darle un toque de picante adicional.
Ahora, añade 100 gramos de concentrado de tomate al sofrito, lo que le dará a la salsa un color rico y un sabor profundo.
Agrega 100 ml de agua a la sartén para diluir el concentrado de tomate y crear una salsa suave que se verterá sobre las albóndigas.
Vierte la salsa de pimientos y tomate sobre las albóndigas en la fuente, cubriéndolas completamente con esta deliciosa mezcla.
Esparce 150 gramos de mozzarella sobre las albóndigas y coloca la fuente en el horno precalentado a 180°C durante 15 minutos, o hasta que el queso se derrita y esté ligeramente dorado.
Saca las albóndigas del horno y sírvelas. Estas albóndigas rellenas de patata, cubiertas con queso derretido y una sabrosa salsa de pimientos, están listas para disfrutar. Acompáñalas con una ensalada fresca o arroz para una comida completa.
Para darle un toque de sabor adicional, espolvorea un poco de orégano o albahaca fresca sobre la mozzarella antes de hornear. Esto aportará un aroma delicioso y un sabor más sofisticado al plato.
Estas albóndigas rellenas de patata son una auténtica explosión de sabor. Con ingredientes simples y una preparación fácil, son perfectas para cualquier ocasión, ya sea un almuerzo en familia o una cena especial. El contraste entre la carne sazonada y el relleno suave de patata, coronado con queso derretido, hace que este plato sea absolutamente irresistible. ¡Anímate a probarlo e impresiona a todos con esta increíble combinación!