Si estás buscando una receta fácil, rápida y llena de sabor para impresionar en cualquier comida, estas alitas de pollo con una salsa agridulce son la elección perfecta. Combinando alitas crujientes con una salsa de ketchup, mostaza y leche condensada, este plato ofrece una explosión de sabores. La páprika, la pimienta y el ajo aportan ese toque especial que hace que el pollo sea aún más irresistible. Ya sea para una comida informal o como aperitivo en una reunión con amigos, esta receta agradará a todos. Y lo mejor: es fácil de hacer con ingredientes que probablemente ya tienes en tu despensa.
Empezamos nuestra receta preparando las alitas de pollo. En un bol, coloca 500g de alitas de pollo y añade 1 cucharada de bicarbonato de sodio. Este truco con bicarbonato ayuda a que el pollo quede más tierno y jugoso después de la cocción.
A continuación, añade 300ml de agua al bol con el pollo. Deja que las alitas reposen durante unos minutos para permitir que el bicarbonato comience a actuar, lo que asegurará una textura increíble en el pollo.
Mientras el pollo reposa, calienta una sartén grande a fuego medio y añade 1 cucharada de mantequilla. Espera a que la mantequilla se derrita completamente y comience a formar espuma, lista para cocinar el pollo.
Escurre bien las alitas y añádelas a la sartén con la mantequilla derretida. Fríelas, dándoles la vuelta de vez en cuando, hasta que estén doradas por todos lados. Esto asegura que el pollo quede crujiente por fuera y jugoso por dentro.
Sazona las alitas directamente en la sartén, añadiendo 1 cucharadita de sal, 1 cucharadita de pimienta y 1 cucharadita de páprika. Estos condimentos realzan el sabor del pollo y añaden un ligero toque picante, ideal para contrastar con la salsa agridulce.
Continúa friendo el pollo, asegurándote de que cada pieza esté bien dorada y crujiente. Este proceso es esencial para lograr la textura perfecta de las alitas.
Mientras el pollo termina de freírse, vamos a preparar la salsa. En un recipiente aparte, mezcla 2 cucharadas de ketchup, 2 cucharadas de mostaza, 2 dientes de ajo rallados y 2 cucharadas de leche condensada. Esta salsa agridulce es el punto culminante de la receta, combinando el sabor dulce con la acidez del ketchup y el picante de la mostaza.
Mezcla bien todos los ingredientes de la salsa hasta que quede homogénea. El ajo rallado aporta un toque aromático y fresco, mientras que la leche condensada equilibra los sabores picantes con un dulzor suave.
Una vez que el pollo esté listo y crujiente, retíralo de la sartén y mézclalo suavemente en la salsa preparada. Asegúrate de que todas las alitas estén bien cubiertas con la salsa agridulce.
Para terminar, espolvorea un poco de orégano sobre las alitas. Esto le dará un toque de frescura y aún más sabor al plato.
Pra finalizar joguei um pouco de orégano, essa foi a nossa receita de hoje!
Si quieres darle un toque aún más especial a esta receta, prueba usar miel en lugar de leche condensada en la salsa. La miel aporta una dulzura más suave y combina perfectamente con los sabores picantes de la mostaza y el ketchup. Otra sugerencia es servir estas alitas con una ensalada fresca o patatas asadas para una comida completa y equilibrada.
Estas alitas de pollo con salsa agridulce son la combinación perfecta de crujiente y sabor. Con ingredientes sencillos y una preparación rápida, obtendrás un plato delicioso que encantará a toda la familia o a tus invitados. El contraste entre el pollo crujiente y salado y el suave dulzor de la salsa hace que esta receta sea única e irresistible. ¡Prepara esta delicia hoy mismo y sorprende a todos con esta explosión de sabores!