Esta receta es ideal para aquellos que desean un plato de pollo jugoso, lleno de sabor y fácil de preparar. Con ingredientes simples y un proceso de cocción sencillo, puedes transformar muslos de pollo en una comida digna de restaurante en muy poco tiempo. El secreto está en el equilibrio entre el dulce del miel y el salado del shoyu, que crea una combinación perfecta con una textura crujiente por fuera y tierna por dentro. Perfecto para acompañar con arroz, patatas o una ensalada fresca.
Prepara el pollo: Comienza haciendo tres cortes profundos en cada muslo o contramuslo de pollo. Esto permitirá que el condimento penetre mejor y la carne se cocine de manera más uniforme.
Sazona la carne: Espolvorea los muslos con sal, pimienta y pimentón, asegurándote de que todos los lados estén bien cubiertos.
Distribuye los condimentos: Con las manos, frota bien los condimentos sobre el pollo, asegurando que los sabores se distribuyan de manera uniforme, incluso dentro de los cortes.
Sazona por ambos lados: Da vuelta al pollo y repite el proceso de sazonado por el otro lado.
Empaniza el pollo: Coloca la harina en un plato y pasa los muslos de pollo por ella, presionando ligeramente para que se adhiera bien.
Calienta la sartén: En una sartén grande a fuego medio, añade la margarina y un chorrito de aceite de oliva. Esto dará sabor y evitará que el pollo se pegue a la sartén.
Dora los muslos: Coloca los muslos empanizados en la sartén y fríelos hasta que estén dorados por todos los lados, volteándolos ocasionalmente para que se cocinen de manera uniforme.
Añade más sabor: Una vez que el pollo esté dorado, agrega otra cucharada de margarina a la sartén y deja que se derrita, cubriendo el pollo.
Ajo: Agrega los dientes de ajo picados y sofríelos durante unos minutos hasta que estén dorados y fragantes.
Salsa de soja: Vierte la salsa de soja sobre el pollo y mezcla bien para que se cubra con el delicioso sabor salado.
Añade el toque dulce: Agrega las cucharadas de miel y remueve suavemente para que se mezcle con la salsa de soja y forme un glaseado caramelizado.
Toque final: Añade hierbas frescas picadas (como cebollino o perejil) sobre el pollo antes de servir para darle un toque fresco.
Sirve y disfruta: ¡El pollo está listo! Sirve caliente con tus acompañamientos preferidos. Es delicioso con arroz o verduras asadas.
Para darle un toque extra crujiente, puedes hornear el pollo en el horno durante unos minutos después de freírlo para obtener una corteza irresistible.
Esta receta de muslos de pollo es la combinación perfecta de practicidad y sabor. El miel y el shoyu forman un glaseado delicioso, mientras que el simple sazonado resalta el sabor natural de la carne. ¡Prueba esta versión en tu próxima comida y sorprende a todos con el resultado!