Descripción

Este postre es la solución perfecta para quienes buscan una opción rápida, deliciosa y fácil de preparar. Sin necesidad de horno ni manteca, esta receta destaca por su sencillez y la posibilidad de disfrutar de un postre exquisito con pocos ingredientes y en muy poco tiempo. Ideal para esos momentos en los que quieres impresionar sin pasar horas en la cocina. Además, al no requerir cocción en horno, es una excelente opción para climas cálidos o cuando no se quiere complicar demasiado el proceso.

La combinación de sabores suaves y una textura cremosa hacen de este postre una verdadera joya en cualquier ocasión. Ya sea que lo prepares para una reunión familiar, una tarde con amigos o simplemente como un capricho personal, este postre sin horno te dejará más que satisfecho.

Ingredientes

• 200 gramos de galletas María
• 400 ml de leche condensada
• 200 ml de crema de leche
• 100 gramos de chocolate rallado
• 50 gramos de nueces (opcional)

Modo de preparación

Preparar la base: En un procesador de alimentos, tritura las galletas María hasta que queden como un polvo fino. Si no tienes procesador, puedes colocarlas en una bolsa plástica y machacarlas con un rodillo. Este será el crujiente que aportará la textura perfecta a nuestro postre.

Mezclar los ingredientes cremosos: En un bol grande, combina la leche condensada y la crema de leche. Bate suavemente hasta que obtengas una mezcla homogénea y cremosa. Este es el corazón de nuestro postre, la combinación perfecta entre dulce y cremoso.

Montaje: En un molde rectangular o en vasos individuales, coloca una capa del polvo de galletas en la base. Encima, vierte una capa de la mezcla cremosa. Alterna las capas hasta que completes el molde, finalizando con una capa de la mezcla de leche.

Añadir el toque de chocolate: Ralla el chocolate sobre la capa final de crema para darle ese toque irresistible. Si decides añadir nueces, espárcelas en la última capa para un crujiente adicional.

Refrigerar: Lleva el postre al refrigerador durante al menos 3 horas o hasta que esté bien firme. Este tiempo en frío permitirá que las capas se compacten y los sabores se integren a la perfección.

Servir: Una vez que esté listo, corta en porciones individuales si lo preparaste en un molde grande o simplemente disfruta de los vasos individuales.

Consejos y Conclusión

Para darle un giro más fresco, puedes incorporar frutas como fresas, frambuesas o mango entre las capas. Esto no solo le añadirá un toque de color y frescura, sino que también balanceará el dulzor de la mezcla de leche condensada y crema de leche. Las frutas cítricas, en particular, aportan una acidez que equilibra de manera espectacular el postre.

Este postre sencillo sin horno y sin manteca es la opción ideal para quienes buscan una receta rápida y fácil de hacer, sin sacrificar sabor ni textura. La combinación de la cremosidad de la leche condensada con el crujiente de las galletas y el toque de chocolate lo convierte en un éxito seguro para cualquier ocasión. La versatilidad de esta receta permite adaptarla a tus preferencias, ya sea añadiendo nueces, frutas o cambiando el tipo de galleta. Además, al ser un postre frío, es perfecto para climas cálidos o para cuando necesitas un postre ligero y refrescante. Con ingredientes simples que probablemente ya tienes en casa, no hay excusa para no probarlo y sorprender a tus seres queridos.

¡Anímate a prepararlo y verás cómo todos quedarán encantados con su sabor y textura!