Esta receta es una verdadera delicia, perfecta para quienes desean una comida sabrosa y práctica. El pollo relleno con jamón, queso mozzarella y tomate es una combinación clásica que agrada a todos los paladares. Cuando se fríe y se termina con una cobertura de tomate rallado y queso derretido, el plato se vuelve irresistiblemente jugoso. Perfecta para una cena familiar o un almuerzo especial, esta receta es fácil de preparar y aporta un toque de sofisticación sin requerir mucho tiempo en la cocina. El resultado es un plato equilibrado, con texturas y sabores que se complementan deliciosamente.
Corta las dos pechugas de pollo en 4 filetes delgados cada una. Para asegurarte de que el pollo se cocine de manera uniforme y quede tierno, usa un mazo para carne para aplanar los filetes hasta obtener un grosor uniforme. Este proceso ayuda a que el pollo quede más tierno y facilita una cocción uniforme.
Sazona los filetes de pollo con sal, pimentón y pimienta al gusto. El pimentón agregará un color ligeramente rojizo al pollo, junto con un sabor suavemente ahumado. La pimienta aportará un toque de picante, mientras que la sal realza los sabores naturales del pollo.
Ahora, coloca una rebanada de jamón sobre cada filete de pollo. El jamón le dará una capa extra de sabor al relleno, proporcionando un contraste salado que combina perfectamente con los demás ingredientes.
Luego, agrega queso mozzarella rallado sobre el jamón. La mozzarella es ideal para esta receta porque se derrite fácilmente, creando un relleno cremoso y delicioso dentro del pollo.
Coloca una rebanada de tomate sobre el queso. El tomate añade un toque de frescura y una ligera acidez al relleno, equilibrando la riqueza del queso y el jamón. Enrolla con cuidado los filetes de pollo, formando pequeños rollos rellenos.
Después de enrollar el pollo, utiliza palillos para asegurar los rollos, garantizando que no se desarmen durante la cocción. Asegúrate de que los palillos estén bien colocados para mantener los rollos firmes.
En una sartén, calienta un poco de aceite a fuego medio y agrega los rollos de pollo. Fríelos hasta que estén dorados por todos lados, volteándolos con cuidado para asegurar una cocción uniforme. Este proceso debe durar entre 8 y 10 minutos.
Mientras el pollo se fríe, ralla un tomate en un recipiente. El tomate rallado se utilizará para crear una salsa que cubrirá los rollos de pollo, añadiendo aún más jugosidad y sabor al plato.
Sazona el tomate rallado con una pizca de sal, pimienta y pimentón. Este condimento mejorará la salsa, complementando armoniosamente el pollo y el relleno.
Cuando los rollos de pollo estén casi listos, vierte el tomate rallado condimentado sobre ellos en la sartén. El calor ayudará a que el tomate se cocine ligeramente, formando una salsa que envolverá los rollos de pollo.
Termina el plato agregando más queso mozzarella rallado sobre los rollos de pollo. Tapa la sartén durante unos minutos para que el queso se derrita por completo, creando una capa irresistible de queso derretido sobre los rollos.
¡Tu plato está listo para servir! Retira los rollos de pollo de la sartén, quita los palillos y sírvelos con la salsa de tomate y queso derretido por encima. Este plato combina perfectamente con una ensalada verde o arroz
Para añadir aún más sabor a esta receta, prueba a incluir hojas de albahaca fresca dentro de los rollos junto con el jamón y el queso. La albahaca aporta un toque herbáceo y refrescante que combina maravillosamente con el tomate y el queso, elevando aún más el sabor del plato. Otra opción es sustituir el jamón por pavo ahumado para una versión más ligera.
Este pollo relleno con jamón, queso y tomate es una opción simple pero llena de sabor para cualquier ocasión. La combinación de ingredientes clásicos como el jamón y el queso con la frescura del tomate da como resultado un plato jugoso e irresistible. Además, la preparación es rápida y fácil, perfecta para quienes buscan una comida deliciosa sin complicaciones. ¡Prepara este plato y sorprende a tu familia con una cena digna de aplausos!